Acontecimientos
Los años que consideramos como de la crisis final del franquismo se inician en 1969 con el nombramiento del príncipe Juan Carlos de Borbón como heredero de la Jefatura del Estado. De esta forma Franco parece iniciar un periodo de cierta apertura, pero siempre pensando en el almirante Carrero Blanco como verdadero continuador del régimen.
La primera muestra de que la situación no había cambiado mucho tuvo lugar al año siguiente, 1970, en el llamado Proceso de Burgos, cuando fueron condenados a muerte seis miembros de la banda terrorista ETA. La presión internacional solo consiguió conmutar las penas por cadenas perpetuas.
En junio de 1973, Franco, con graves problemas de salud, nombra Presidente de Gobierno a Carrero Blanco, siendo esta la primera vez que el dictador deja de ostentar ese cargo. Sin embargo, en diciembre de ese mismo año, Carrero Blanco es asesinado por ETA. El atentado, con un coche bomba que hizo volar literalmente el coche del presidente, conmocionó a la opinión pública por su brutalidad y por sus imprevisibles consecuencias.
Su sucesor en la presidencia del Gobierno fue Carlos Arias Navarro, que intentó un cierto equilibrio entre la corriente inmovilista, que no quería que nada cambiara, y la corriente aperturista, que abogaba por una evolución hacia una mayor libertad de la dictadura. Sin embargo, la caída de la dictadura en Portugal en abril de 1974, tras la Revolución de los Claveles, frenó el espíritu de reforma iniciado por Arias Navarro (llamado el espíritu del 12 de febrero), pues los dirigentes de la dictadura temían que sucediera lo mismo en España si se relajaba la represión.
Ese mismo año, 1974, tuvieron lugar los congresos del Partido Comunista de España (PCE) en Ginebra (Suiza) y del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en Suresnes, Francia, donde en octubre fue elegido Secretario General Felipe González, futuro Presidente del Gobierno, ya en democracia. En ellos se dan los primeros pasos para organizarse contra la dictadura, pero faltará unidad de acción, entre otras cosas porque el PSOE abandona la ideología marxista y acepta la monarquía como forma de gobierno.
Los últimos coletazos de la dictadura serían dos ejecuciones mediante el garrote vil en marzo del 74 y el fusilamiento de dos miembros de ETA y tres del FRAP (Frente Revolucionario Antifascista y Patriota) en septiembre del 75. Y la muestra más clara de su debilidad fue la falta de una respuesta contundente a la Marcha Verde organizada por Hassan II a principios de noviembre para conseguir la anexión del Sáhara español, conflicto que aún hoy sigue sin resolverse. Franco murió, unos días más tarde, el 20 de noviembre de 1975.