Chiíes contra suníes
Desde nuestra concepción eurocentrista del mundo muchas veces tendemos a unificar aquello que desconocemos, y este es uno de esos casos. Para nuestra cultura, el islam es todo uno, y, sin embargo, en Asia encontramos dos formas enfrentadas, en ocasiones de forma muy violenta, de entender el islam. En cualquier caso, en ambos grupos de países predomina la sharía o ley islámica como código legal de conducta, lo que choca con nuestros preceptos democráticos.
- El sunismo es la rama más extendida, ya que entre el 85 y el 90% de los musulmanes son suníes. Creen, además de en el Corán, en la Sunna, una colección de textos que relatan el estilo de vida de Mahoma. Entre los países suníes más importantes por número de habitantes o por su historia destacan:
- Indonesia: situado en el sudeste asiático y en Oceanía, es el país con más musulmanes del mundo, ya que se trata del cuarto país más poblado con más de 250 millones de habitantes. Es un país independiente desde 1949, tras la derrota de Japón en la II Guerra Mundial y el intento fallido de Países Bajos de mantener el poder colonial del que habían disfrutado durante más de tres siglos. Es una república que vive inmersa en constantes conflictos de identidad y de autoridad, que en los primeros cincuenta años de independencia solo conoció a dos presidentes, Sukarno (1949-1967) y Suharto (1967-1998).
- Pakistán: se trata de un país que surgió tras su separación de la India precisamente por motivos religiosos. Los intentos de Gandhi por mantener unificado al país no prosperaron y Pakistán alcanzó la independencia en 1947 y se convirtió en república islámica en 1956. Desde entonces no ha conseguido la estabilidad, dominado casi siempre por dictaduras militares y condicionado por su enfrentamiento con la India. Al ser ambas potencias nucleares, es uno de los lugares de más tensión del planeta.
- Afganistán: se trata de un país de triste actualidad desde la vuelta de los talibanes al poder en septiembre de 2021, tras la retirada de las tropas norteamericanas. EE.UU. invadió el país en 2001 tras los atentados de las Torres Gemelas ante las sospechas de que los talibanes lo habían financiado y protegían a su autor intelectual, Osama Bin Laden. En la actualidad, el enfrentamiento entre los talibanes y el ISIS-K, la rama afgana del estado islámico, impide cualquier atisbo de pacificación en el país.
- Arabia Saudí: es el país más grande de la península arábiga. Su régimen, como el de la mayoría de sus vecinos, es el de una monarquía absoluta que está muy lejos de los ideales democráticos occidentales, aunque los intereses políticos de unos y de otros faciliten las relaciones internacionales mutuas. Su mayor reto es la democratización del país y el acceso de toda su población al altísimo nivel de vida del que gozan solo unos privilegiados.
- Turquía: el más occidentalizado, con diferencia, de los países musulmanes asiáticos. La figura de Ataturk fue fundamental en ese proceso de occidentalización, que le ha llevado incluso a ser candidato a formar parte de la Unión Europea, a merced de su pequeño territorio en Europa. La deriva islamista, sin embargo, y las formas poco democráticas de su actual presidente, Erdogan, alejan a Turquía de esa idea.
- El chiismo es la rama minoritaria del islam, ya que solo la siguen entre el 10 y el 15 por ciento de los musulmanes. Sin embargo, es mayoritaria en un país de tremenda importancia estratégica como es Irán, y está muy extendido en su vecino (y tradicional enemigo), Irak.
- Irán: protagonista de una famosa revolución islámica en 1979 de la mano del Ayatollah Jomeini, es desde entonces uno de los países más enfrentados con occidente, especialmente con EE.UU. y con Israel, el único país no islámico de Oriente Medio. Su interés en disponer de armamento nuclear ha sido una fuente constante de conflictos y de sanciones internacionales. A su vez mantiene un profundo enfrentamiento con Irak, también de mayoría chií, aunque en menor proporción que Irán.
- Irak: gobernado por la minoría suní desde la dictadura de Sadam Husein, su invasión de Kuwait en 1990 provocó la I Guerra del Golfo contra EE.UU. Tras la derrota iraquí, sin embargo, el país siguió viviendo bajo la dictadura de Husein hasta la II Guerra del Golfo de 2003, tras la invasión norteamericana por la presunta posesión de armas de destrucción masiva. En la actualidad el país trata de recuperarse de la guerra civil en la que se vio inmerso tras la toma del poder del Estado Islámico de Irak, que se mantuvo en el poder hasta su derrota en 2017.