La globalización, entendida como unificadora de usos y costumbres de diferentes partes del planeta que hasta ahora se diferenciaban perfectamente, se puede entender desde ámbitos diferentes, aunque estén relacionados:

• Económico: en un mundo donde aún persisten algunos regímenes comunistas, podemos decir, sin embargo, que, el sistema capitalista ha ganado la batalla, es el sistema económico preponderante en la inmensa mayoría de países del mundo y el que dirige las transacciones económicas a nivel mundial. En este sentido, sus dos principales valores, la libre competencia y el libre mercado, son leyes universales a nivel económico, mayoritariamente aceptadas entre los estados del mundo. 

• Laboral: muy relacionado con el anterior, está el ámbito laboral. Los puestos de trabajo son cada vez más interdependientes de una punta a otra del planeta. La movilidad de los trabajadores nunca ha sido tan frecuente y tan necesaria para las empresas. Esa movilidad favorece la globalización también desde otros puntos de vista, puesto que las personas que se trasladan de un país a otro lo hacen con todo su bagaje cultural.
• Financiero: también intrínsecamente relacionado con el ámbito económico y con el laboral. Los movimientos económicos y la financiación de las nuevas empresas y, con ellas, de los nuevos puestos de trabajo son cada vez más internacionales. Los problemas que afectan a un país pueden tener rápidamente consecuencias en otros. La crisis del 2008 sería un claro ejemplo de esta realidad. La facilidad con la que se mueve el dinero entre países también nos habla de esta globalización financiera.
• Social: las costumbres sociales han ido unificándose con una rapidez cada vez mayor en los últimos años. Desde la aparición de internet, el conocimiento y asimilación de unas realidades diferentes, han ido convirtiendo al mundo en una realidad más unidireccional. El caso de las redes sociales es especialmente sintomático de esa uniformidad de costumbres, pero también lo sería la rapidez con la que se propagó la pandemia de COVID-19 en 2020.

• Cultural: como en el caso del ámbito social, la posición dominante de EE.UU. a finales del siglo XX y a principios del siglo XXI ha propiciado la expansión de la cultura occidental por todo el planeta. La aportación del cine, la música y, hoy en día, internet, en este aspecto cultural es innegable, como lo es el hecho de que, de momento, los demás países del mundo se dedican a imitar sus aportaciones culturales. Gracias a esas aportaciones, también es verdad, conocemos cada vez mejor otras culturas que hasta ahora nos resultaban muy lejanas.
• Político: de la mano de la economía de libre mercado, han triunfado en el mundo los regímenes liberales basados en democracias parlamentarias. El triunfo a nivel mundial en este caso es menor, puesto que aun persisten en el planeta demasiadas dictaduras y pseudodemocracias, así como países abiertamente absolutistas, aunque vivan inmersos en una economía capitalista.