Las huellas dactilares de cada persona son únicas. Durante la actividad pretendemos que el alumnado las compare. Si el profesor/a observa que les cuesta buscar puntos característicos, tal vez pueda ayudar indicar que se fijen en el delta, el núcleo, la orientación del núcleo. La policía local de cualquier localidad dispone de elementos que nos podrían ayudar a ahondar en este tema, si el alumnado estuviera interesado.
Las huellas dactilares pueden agruparse en tres tipos principales: arcos, bucles y remolinos. Cada uno de estos tipos pueden agruparse, a su vez, en grupos más pequeños, haciendo un total de ocho clases de huellas.
- Lazos. Pueden ser llanos radiales y cubitales. Los cubitales apuntan hacia el meñique de la propia mano, mientras que los radiales apuntan hacia el lado del pulgar.
- Remolinos. Los hay de cuatro tipos: simple, con bolsillo central, con doble lazo y remolinos accidentales.
- Arcos. Los hay de dos tipos: llano y con forma de tienda.
Para explicar si una huella es un arco, un lazo o un remolino, los científicos cuentan cuántos «deltas» tiene una huella. Un delta es el sitio en el que las marcas de la huella forman un triángulo.
Si una huella no tiene deltas, es un arco. Un delta, es un bucle. Dos deltas, es un remolino. Si tienes más de dos deltas, ¡tus huellas se salen de los patrones! Compara tus huellas con estos dibujos. Puedes tener diferentes patrones en distintos dedos.
El patrón más común es el bucle que apunta al meñique. El 65 % de las huellas son bucles. El 30 % son remolinos, y el 5 % son arcos.