El vocativo es el nombre o pronombre que utiliza el hablante (o primera persona gramatical) para dirigirse al oyente (o segunda persona gramatical) en un acto de habla, con el fin de apelar a él o llamarle la atención.

Por dicho motivo, aunque suele aparecer junto al sujeto o llega a coincidir con él, no desempeña tampoco una función dentro del entramado oracional. Y al igual que los complementos oracionales, el vocativo no ejerce una función sintáctica propia en el marco de la predicación oracional, debido a su funcionamiento también como complemento extraverbal.

Por ejemplo:

• Laura, la puerta está abierta.
• Adiós, mamá, me voy a clase.
• Creo que mañana iré a Badajoz, Pepe.

Ninguna de las informaciones anteriores calificadas como vocativo viene exigida por el verbo ni por el tipo de oración: todas ellas se considerarían complementos adjuntos. Podríamos suprimir cualquiera de ellas y la oración continuaría siendo igual de correcta, con la salvedad de que la oración resultante no tendría el mismo flujo informativo ni matices que la original.

• La puerta está abierta.
• Adiós, me voy a clase.
• Creo que mañana iré a Badajoz.

Aunque la estructura del vocativo es siempre un grupo nominal (o un adjetivo sustantivado), hemos de tener en cuenta las siguientes peculiaridades:

• El vocativo no puede llevar artículos, demostrativos ni cuantificadores. *[Los/Estos/Cuatro] niños, salid.
• Sí puede llevar posesivos. Adiós, cariño mío, me voy a trabajar.
• Puede aparecer con la interjección. ¡Ay, Blas! ¡Creo que hemos suspendido!
• Puede llevar complementos. ¡Ciudadanos de Burgos! ¡Hemos ganado la Copa!

En cuanto a la posición en la oración, además de aparecer junto al sujeto oracional, el vocativo puede aparecer:

• Entre el sujeto y el predicado. Me da gusto, Menchu, verte tan entera.
• Entre el verbo y el complemento directo oracional. Tú lo sabes, Mario, que al señorito le sirvo yo.
• Entre oración principal y subordinada. Aunque te rías, Mario, algún día España salvará al mundo.

[Los tres últimos ejemplos están obtenidos de la obra de Miguel Delibes, Cinco horas con Mario.]

Como tarea de creatividad proponemos la escritura de un texto dialogado. En él deberás reproducir un diálogo en estilo directo entre varios personajes. A su vez, desde el punto de vista gramatical, el texto deberá contener los siguientes elementos:

• Diez vocativos distintos.