A continuación te ofrecemos unos fragmentos de unas novelas para practicar lo que hemos aprendido y reflexionar sobre ello.

Lee con atención los siguientes fragmentos y fíjate bien en:

• quién es el narrador
• qué describe y qué tipo de palabras utiliza para la descripción
• qué adjetivos emplea
• si utiliza sinónimos para evitar repeticiones

VEINTICUATRO. CENA

Incluso Cas, que se sentía ligeramente menos indispuesta, pero aún más preocupada por la situación en que se encontraba, tuvo que admitir que la mesa era espléndida. Tenía un mantel sembrado de pétalos rojos, cada pétalo fresco y perfecto, sin un solo rasguño o desgarro. Sobre aquel exuberante lecho carmesí había una docena de candelabros de cristal de alturas diversas, así como numerosas resplandecientes vasijas y bandejas de exótico diseño oriental. Cada cubierto llevaba un par de relucientes palillos chinos y ornamentados cubiertos de plata -tenedores diminutos, cucharas extrañamente curvas, cuchillos semejantes a agujas- que parecían antiguos instrumentos quirúrgicos.

En conjunto, la mesa no parecía tanto una mesa para cenar cuanto un santuario dedicado a un dios celoso y reclamante. Aquel efecto solo hizo que magnificarse cuando los camareros comenzaron a traer la comida, tan solemne y silenciosamente que podrían haber estado haciendo ofrendas en un templo, más que sirviendo la cena.

Pseudonymous Bosch (2009). Este libro es un secreto. Barcelona: Ed. Montena.

Seguidamente, puedes intentar descubrir las tres palabras sinónimas a las que te proponemos jugando al juego del ahorcado.

Lee el siguiente texto con atención:

DIARIO DE GREG. LA LEY DE RODRICK

Miércoles

Mamá quiere que Rodrick y yo ayudemos más en casa y ahora nos ha encargado a los dos que nos ocupemos de lavar los platos por la noche.

La idea consiste en que no podemos ver la tele ni jugar con la consola hasta que no hayamos acabado de fregar los platos. Lo malo es que mi hermano Rodrick es el PEOR compañero del mundo cuando se trata de fregar los platos.

Después de cenar, sube las escaleras y se encierra en el cuarto de baño durante una hora. Y cuando vuelve a bajar, yo ya he acabado.

Jeff Kinney (2009). El diario de Greg 2. La ley de Rodrick. Barcelona: Ed. Molino

Lee con atención este fragmento:

EL ENCUENTRO

En la carta que recibí el tercer día del primer mes tenías ganas de volver. En la del segundo día del segundo mes, añorabas el sabor de los higos, el sonido del viento cuando da vueltas a la esquina y se eleva en remolinos de tierra seca, y mi sonrisa.

Para el primer domingo del quinto mes, me hablabas de todos tus nuevos amigos, de que querías que los conozca y que me conozcan y que juntos saliéramos a dar la vuelta al mundo, o la vuelta a la plaza, que a veces es el mundo.

Cuando acá llovió torrencialmente durante cuatro días seguidos, recibí una carta en donde me dibujaste lo que verías por tu ventana. Tuve una idea precisa de la forma en que las sombras van acariciando el suelo y de cómo se ve el atardecer en aquel sitio lejano.

Después llegaron otras cartas tuyas.

    Y las mías partieron.

Alejandra Correa (2015). Si tuviera que escribirte. Madrid: Libros de las malas compañías.