Ojos de botella de anís
Leed el siguiente texto fijándoos bien en las acotaciones y los signos de puntuación que indican la entonación de los personajes.
OJOS DE BOTELLA DE ANÍS (fragmento)
(Una gata se esconde tras un árbol y observa desde allí. Música divertida. Es una danza cómica que da entrada a escena a la banda de cuervos. Estos bailan un tiempo corto sobre el escenario. Al terminar su baile los cuervos descubren el campo de espigas.)
CUERVIGORDO: ¡Mirad, muchachos! ¿Veis lo que yo? ¡¡Comida!!
CUERVIJEFE: ¡Sí! Un buen campo de ricas espigas. Nuestro viaje no ha sido en vano. ¡Daremos un gran golpe!
CUERVIBOBO: (Inocentón, bailando de alegría) ¡Qué bien! ¡Comer, comer, comer!
CUERVIJEFE: (Autoritario) ¡Calla, pajarraco! ¡No aletees más! ¿Quieres que nos oiga el campesino?
CUERVIBOBO: Perdona, jefe, es que...
CUERVIGORDO: ¡Mire, jefe! ¡Viene el campesino!
CUERVIJEFE: ¡Vámonos, rápido! ¡Acecharemos desde ese árbol!
(Se esconden detrás de uno de los árboles; el campesino vuelve a hacer ademán de trabajar la tierra. Arranca las malas hierbas, riega... Mientras, ha salido de su escondite la gata. Desea continuar su diálogo con el público)
GATA: ¿Veis? Eso es lo malo de ser una gata de ficción. Ahora, aunque quisiera, no podría avisar a mi amigo del peligro que le viene encima al campo que él cuida con tanto esmero. Ni por gestos. Nunca los entendería. Me vería tan rara que seguro perdería mi ración de raspas y cabezas de sardina. Suerte tiene que está el espantapájaros, que si no...
Cañas, J. (1999). Ojos de botella de anís. León: Ed. Everest.
Robar, hurtar algo.
Actuar con severidad, serio, firme.