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Antes de la lectura

En un itinerario que trata el tema del castigo en la literatura, es inevitable empezar por uno de los textos fundacionales de la cultura occidental, la Biblia. Y, además, hacerlo por el principio: con la creación del ser humano y el llamado «pecado original», que dará lugar al primer y fulminante castigo de Dios sobre la Humanidad.

Sin entrar en detalles: ¿os suenan las historias de Adán y Eva, Caín y Abel, Abraham e Isaac (o Ismael), el arca de Noé? Para aquellos que sí las conozcáis: ¿cómo os han llegado? ¿Quién os las ha contado?
Lo cierto es que, más allá de su presencia en los libros sagrados de las tres grandes religiones monoteístas —la Biblia, el Corán, la Torá—, todas estas historias han dejado una huella enorme en multitud de manifestaciones artísticas: pintura, escultura, literatura, cine, etc. Incluso, también, en nuestra lengua coloquial, en expresiones que utilizamos con frecuencia aun sin saber de dónde vienen: fruto prohibido, vacas flacas, el diluvio universal, las siete plagas, venderse por un plato de lentejas, la torre de Babel, Sodoma y Gomorra...

¿Cuáles de ellas os resultan familiares? ¿Sabéis cuál es su origen? Explicadlo al resto de la clase.


La Biblia consta de dos partes: el Antiguo Testamento (previo al nacimiento de Cristo) y el Nuevo Testamento (que empieza con el nacimiento de Jesucristo). El Antiguo Testamento incluye a su vez varios libros. El primero de ellos es el Génesis, que se abre con el mito de la creación del mundo. Al Génesis pertenece también el mito de Adán y Eva, que es el que leeremos a continuación.

¿Quién escribió el Génesis? ¿Cuándo? Sabemos muy poco. La investigación apunta a que es obra de tres autores —quizá uno de ellos, una mujer— , y que probablemente se fue escribiendo entre los siglos X y V antes de Cristo.

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