Incendios forestales
El abandono de los pueblos ha tenido un efecto claro sobre los ecosistemas. Durante siglos, las poblaciones rurales usaban los montes como fuentes de recursos alimenticios, pero también, y sobre todo, de biomasa que se utilizaba como combustible. Durante siglos, nuestros bosques han sido moldeados por las poblaciones humanas para abastecerse de leña, carbón vegetal y madera, además de alimento para sus ganados.
Esta dinámica generó bosques constantemente rejuvenecidos y abundantes en las especies que mejor arden. Pero, desde mediados del siglo XX, este flujo de extracción de material vegetal cesa repentinamente, provocando como una de sus consecuencias una acumulación extraordinaria de biomasa forestal en muchos bosques. Esto, unido a la progresiva aridificación del clima causada por el cambio climático y a los nuevos usos del medio natural que demanda la sociedad de consumo, son una de las causas de los grandes incendios forestales de control casi imposible que se están sufriendo en los últimos años. El fuego es, por tanto, un elemento más en la compleja huella ecológica de nuestra sociedad.
Gran grupo
¿Jugamos?
Vamos a tratar de representar con un juego cómo se pueden favorecer los incendios forestales con nuestro estilo de vida actual, con las desigualdades que ha generado el éxodo de la población rural a las ciudades. ¿Te animas?
Para ello, necesitaremos un «tablero», de un tamaño A3 más o menos, y plastilina para hacer conos que representarán los árboles.
Procedimiento:
- Colocamos el tablero en el centro de la clase, será nuestro monte.
- Nos dividimos en dos equipos: A y B.
- La mitad de la clase (equipo A) juega el rol de «bosque», pudiendo aportar, en cada ronda (1 minuto), tantos «árboles» (conos de plastilina de unos 2 cm de diámetro en la base) como personas formen el grupo, con la premisa de que no deben tocarse entre ellos.
- La otra mitad (equipo B) son ciudadanos y ciudadanas, y tienen derecho a retirar un árbol por persona en cada ronda.
- Cuando lo indique la maestra o el maestro, algunos miembros del equipo B se irán a vivir a la ciudad por falta de trabajo o dejarán de consumir madera en favor de otros combustibles.
¿Qué sucede entonces? ¡Cada vez hay menos espacio en nuestro monte, está lleno, es casi imposible encajar más árboles!
¿Qué sucedería si cae aquí un rayo? ¿O si alguien hace una barbacoa y salta alguna chispa?
¡Qué peligro!
Asamblea
Vamos a debatir lo que hemos experimentado en el juego y a comentar sus consecuencias y posibles soluciones. Podemos consultar también un poco más de información sobre la evolución del tipo de incendios forestales en el siguiente enlace.
- ¿Qué pensáis que podemos hacer cada uno de nosotros para limitar el riesgo de incendio forestal?
- ¿Cómo se deberían tratar los bosques para evitar los grandes fuegos?
Expongamos todas nuestras opiniones y escuchemos con atención las de nuestros compañeros y compañeras para obtener las conclusiones más importantes. Una vez que las hayamos consensuado entre todos y todas, las incluiremos en nuestro «muro colaborativo digital cronológico».