La Paz de Westfalia
La guerra supuso la muerte de 4 millones de personas en el conflicto (civiles y militares), siendo el estado más afectado el Sacro Imperio. Finalizado el conflicto, se firmaron dos acuerdos. El que decretó el fin de la Guerra de los Treinta Años fue el de la Paz de Westfalia en 1648. Pero el enfrentamiento entre Francia y España continuó hasta 1659, cuando se firmó la Paz de los Pirineos.
Ambos acuerdos establecieron importantes cambios políticos y territoriales en Europa:
- El reconocimiento español de la independencia de las Provincias Unidas.
- La independencia de Suiza.
- La ampliación de los dominios de los príncipes alemanes (Baviera, Brandemburgo-Prusia, Sajonia...) y el mantenimiento de su autonomía respecto al emperador. Con ello, se establecieron unos nuevos límites a la Confederacion Germánica.
- Se reconoció la libertad religiosa en Alemania tanto para católicos como para protestantes.
- La anexión de Alsacia, que era una zona fronteriza alemana, así como de otros territorios por parte de Francia.
- La obtención de enclaves en el Norte de Alemania y en el Báltico por parte de Suecia.
Las consecuencias de todo ello fueron:
- La aceptación por parte del emperador de que no podía imponer su autoridad sobre la de los príncipes alemanes, de manera que su poder se mantuvo escaso fuera del territorio austríaco.
- La consolidación de la hegemonía francesa en Europa y la pérdida de dicho poder por parte de la Monarquía Hispánica, que, además, se vio debilitada por la pérdida de Portugal en 1640.
- La pérdida de gran parte de la influencia política del Papa en el contexto europeo.
- La consolidación de la monarquía absoluta encarnada en la figura de Luis XIV.
Tras la Paz de Westfalia se dieron por finalizados los grandes imperios o las grandes familias imperiales con fronteras supranacionales y empezaron a establecerse y a asentarse los estados nacionales (estados-nación) como Francia, Holanda, Suecia, Inglaterra..