Manos en los fogones
Es muy importante saber cómo se comportan nuestros ingredientes cuando les aplicamos calor. Debemos de tener en cuenta que la corteza terrestre, o litósfera, es la más fría y externa te todas las capas internas de la Tierra. Como ya sabemos, el núcleo interno del planeta es el punto más caliente y está en estado líquido. Conforme nos alejamos de este punto central, las capas se van enfriando y solidificando. Por ello, la corteza exterior se asienta sobre una base más líquida y el calor del interior necesita escapar de algún modo por la superficie.
Y os preguntaréis, ¿la corteza terrestre o placas tectónicas tienen movimientos uniformes? No, se producen diferentes tipos de desplazamientos.
- Movimientos de choque o convergentes: se dan cuando una placa ejerce presión sobre otra. Generalmente este desplazamiento es el causante de la creación de sierras montañosas, terremotos y volcanes.
- Movimientos de separación o divergentes: se dan cuando los límites de dos placas se distancian progresivamente. En este punto emerge de la Tierra nueva corteza terrestre. Se originan conos volcánicos o extensas dorsales oceánicas que salen a la superficie creando islas.
- Movimientos de fricción o transformantes: se dan cuando dos límites de placas friccionan desplazándose en sentido contrario lentamente. No crean grandes montañas ni fosas pero sí son responsables de altos niveles de sismicidad.
Además, dependiendo del tipo de placas, cuando colisionan pueden suceder tres fenómenos:
- Las placas continentales ejercen fuerzas equilibradas muy fuertes que hacen que, a lo largo del tiempo, materiales más flexibles y vulnerables, como son los sedimentos, se plieguen o rompan formando un sistema montañoso o cordillera. Estas zonas son propensas a sufrir terremotos.
- El punto de choque entre una placa continental y una oceánica hace que la placa oceánica, al ser más densa, se sumerja bajo la primera (subducción). En consecuencia, se forman fosas marinas y, en el límite de la continental, aparecen cordilleras. Además, estas zonas pueden sufrir terremotos y formación de volcanes.
- Las placas oceánicas también experimentan el mismo movimiento de subducción unas frente a otras. Las consecuencias para el relieve serían, por tanto, las mismas a las anteriores, si bien, en esta ocasión, pueden dar lugar a la aparición de islas volcánicas.