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Barcelona en llamas

La Semana Trágica (1909)

La presencia española en Marruecos se remonta a los siglos XV y XVI (presidios de Ceuta, Melilla, Orán y otros). Pero desde la segunda mitad del siglo XIX se extendieron los presidios y se ocupó parte del Sahara Occidental. A partir de 1908, compañías españolas empezaron a explotar minas en el norte de Marruecos, dentro de los límites del protectorado asignado a España sobre la región magrebí.

A principios de julio de 1909, las tribus rifeñas locales mataron a varios trabajadores españoles. La respuesta del gobierno español fue la de enviar tropas, en una operación militar desastrosa que acabaría con la muerte de más de 100 militares en el Barranco del Lobo. Las noticias del suceso no tardaron en llegar a la península. Además, las tropas que se enviaban a Melilla estaban formadas en su mayoría por reservistas, personas ordinarias cuyos intereses estaban muy alejados de lo que ocurría en Marruecos.

Por otro lado, el 26 de julio de 1909, los sindicatos socialistas y anarquistas organizaron una huelga general en Barcelona para protestar contra la guerra. Una de las principales causas fue que los reclutas eran de clases desfavorecidas, mientras que aquellos que podían permitírselo pagaban una cantidad económica para librarse del servicio militar.

La huelga provocó graves disturbios, y muchas iglesias y conventos ardieron. El gobierno envió al ejército y los manifestantes levantaron barricadas en las calles de Barcelona. Finalmente, las fuerzas gubernamentales restauraron el orden, pero más de cien personas murieron, y cinco líderes obreros fueron ejecutados; el más famoso de ellos el intelectual anarquista Francisco Ferrer Guardia.

Fotografía mostrando Barcelona con múltiples edificios ardiendo durante los sucesos de la Semana Trágica
Wikimedia Commons/Enrique Castellá. Barcelona ardiendo en la Semana Trágica (Dominio público)