Militares, huelguistas y demócratas
Durante la Primera Guerra Mundial España permaneció neutral, así que suministró productos de guerra a ambos bandos. La economía española creció rápidamente, pero hubo una gran inflación que empobreció a las clases populares, y ayudó a que convergieran tres crisis distintas en 1917:
- Los oficiales del ejército peninsular formaron Juntas de Defensa para defender sus derechos. Querían pagas más altas, y reclamaban un sistema más justo de ascensos, ya que los oficiales que luchaban en Marruecos (africanistas) promocionaban más rápido que ellos.
- Un grupo de republicanos, socialistas y nacionalistas catalanes formaron una asamblea parlamentaria ilegal. Demandaban un nuevo gobierno y una nueva constitución democrática.
- El PSOE y la UGT organizaron una huelga general para protestar por las condiciones laborales y salariales de los trabajadores. El gobierno empleó al ejército para sofocarla, matando a un centenar de personas y arrestando a otras miles.
En 1917, los ecos de la Revolución Rusa hicieron crecer las tensiones entre las clases conservadoras y el movimiento obrero en España. La conflictividad social será una constante en los años 1918-1920, periodo conocido como Trienio Bolchevique. Al finalizar la Primera Guerra Mundial, la situación económica española era muy grave. Las huelgas y las protestas se reprimían brutalmente, y muchos líderes obreros fueron asesinados. Además, en 1921, un anarquista asesinó al Presidente del Gobierno, Eduardo Dato.
En cuanto al exterior, las tensiones militares en Marruecos aumentaban. Para acabar con ellas, el gobierno planeó un desastroso ataque en Annual (1921), que condujo a la muerte a 10.000 soldados españoles. La sensación general fue que el Estado liberal había fracasado. Quedaron, así, sentadas las bases para el golpe de Estado de Primo de Rivera dos años después.