La lengua es el instrumento que como sociedad nos hemos dado para poder comunicar ideas complejas. Es el modo mediante el cual también podemos hacer perdurables las informaciones cuando las fijamos en un soporte. Para que se desarrolle con éxito esta comunicación, tenemos que compartir, obviamente, una serie de reglas y normas que nos aseguren que le damos el mismo valor a las palabras y a las distintas estructuras lingüísticas.

Estas normas lingüísticas son, por definición, un acuerdo tácito de los usuarios que comparten una lengua, aunque en muchos países se ha alcanzado la necesidad de que algún organismo o institución estandarice las normas que utilizamos. Los motivos pueden ser variados, desde la conservación de la lengua, a la fijación de determinados registros por razones políticas, etc.

Por tanto, en este recurso vamos a trabajar sobre el concepto de norma lingüística conociendo su extensión y reflexionando sobre sus límites. Del mismo modo, trataremos sobre las instituciones y los recursos de los que disponemos para asegurarnos de que estamos haciendo un uso adecuado de la lengua en cada momento.

Para todo esto, plantearemos diferentes referencias y actividades para ser tratados en 4.º de ESO durante dos sesiones. Conviene recordar, no obstante, que este recurso educativo se encuentra inserto dentro de un itinerario didáctico titulado "Variedades diafásicas, diastráticas y diatópicas de la lengua", en el que, además del uso meramente normativo, se abordan las diferentes variedades reconocidas de la lengua castellana.