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3. Las variedades diatópicas de la lengua. El caso del español

Introducción

Molinos de viento
Pixabay/ javier alamo. Molinos de viento (Pixabay License)

El español es el modo en que designamos la lengua que hablamos en España, así como en numerosos países de América y en muchas otras partes del mundo. Preferimos el término español a castellano para referirnos a la lengua que hablan más de 400 millones de personas. En España utilizamos también la denominación castellano para referirnos al dialecto románico que tuvo origen en el Reino de Castilla y acabó imponiéndose en el resto del territorio. Además, se utiliza este término para hacer distinción frente a otras lenguas españolas con carácter de cooficialidad en varias comunidades autónomas.

En cualquier caso, lo que parece claro es que es prácticamente imposible que cientos de millones de personas lo hablen del mismo modo aunque compartan una base lingüística. Este hecho es, precisamente, lo que denominamos variedades diatópicas (tópos del griego, significa lugar) de la lengua. Es decir, dependiendo del lugar, la lengua experimenta variaciones. Esto es debido al relacionarse con otras lenguas preexistentes o con lenguas coetáneas en contacto. En el mundo actual globalizado este horizonte de contacto se está difuminando y las variedades muy distantes espacialmente se relacionan con fluidez.

En este recurso, destinado a dos sesiones de 4.º de ESO, pretendemos ofrecer una visión general y con una profundidad adaptada al nivel de cuáles son las principales variedades del español, así como sus características en función del lugar.