España se ubica, latitudinalmente entre los 27⁰N de la isla canaria del Hierro a los 43⁰N del cabo Estaca de Bares. A este factor latitudinal, que nos encuadra en los climas templados, unimos nuestra condición peninsular, con la influencia de los mares Mediterráneo, Cantábrico y del océano Atlántico y la elevada altitud media de la Península que, junto a la disposición, altura y orientación del relieve, marcan la continentalidad de las zonas del interior.

Los climas que nos vamos a encontrar son: el subtropical en el archipiélago Canario, mediterráneo, oceánico, mediterráneo continentalizado en el interior de la península y de montaña en las zonas más elevadas de los sistemas montañosos.

Los climas mediterráneo y oceánico comparten las características de los climas templados que hemos visto en el punto anterior. El clima mediterráneo continentalizado destaca por sus inviernos fríos o muy fríos y la amplia oscilación térmica anual. Las zonas de montaña son las de mayor precipitación en forma de nieve de la península, aunque con variaciones ligadas a la región climática en la que se localizan y la altitud.

El clima subtropical se localiza en el archipiélago canario, situado en latitudes próximas a la zona tropical, lo que le confiere rasgos subtropicales a su clima. Con temperaturas suaves todo el año, las precipitaciones anuales varían mucho en función de la influencia de los vientos alisios combinados con el relieve, lo que favorece un escalonamiento de la vegetación en pisos de altitud. Destaca la formación vegetal de la laurisilva, bosque de hoja perenne que se desarrolla gracias a la combinación de altitud y humedad del "mar de nubes".