Riesgos en las zonas cálidas
La zona intertropical se enfrenta a riesgos de origen natural, como las ciclones tropicales; de origen humano, como la deforestación, o de origen mixto, natural y humano, como el avance de la desertificación.
Los científicos llaman de distintas maneras a las ciclones tropicales según el lugar en el que se originan: huracanes en el Atlántico, ciclones tropicales en el sureste asiático, Willy Willies en Australia o tifones en el Pacífico. Estos fenómenos naturales están causados por núcleos de bajas presiones extremas que generan fuertes vientos, vientos que se mueven en espiral en torno a un punto central de calma, llamado el "ojo de la tormenta". A todos los ciclones se les da un nombre, que los identifica y permite hacer el seguimiento y evolución de su trayectoria e intensidad; los nombres son elegidos a partir de unas listas consensuadas por la Organización Meteorológica Mundial. Hoy día la comunidad científica habla de "temporadas record" de este tipo de fenómenos y está investigando la relación entre el cambio climático y la sucesión de ciclones con consecuencias cada vez más catastróficas.
La deforestación es la tala y desmonte de zonas de bosque. El ser humano ha deforestado espacios desde la antigüedad, transformándolos en espacios agrarios, industriales y urbanos. En las últimas décadas se ha convertido en un problema medioambiental global al incrementarse el volumen y ritmo de esta tala y afectar a ecosistemas tan sensibles y decisivos para el clima como la cuenca amazónica, pulmón verde del planeta, o las selvas tropicales asiáticas. Las consecuencias de la deforestación son innumerables y muy negativas, entre ellas la pérdida de biodiversidad, la pérdida de hábitats, mayor riesgo de inundación, incremento del calentamiento global (los árboles capturan el CO2) o la mayor erosión del suelo que agudiza las inundaciones.
Finalmente, la desertificación es el progresivo cambio de tierras fértiles en tierras no productivas desérticas. Es un proceso cada vez más habitual y preocupante en las zonas limítrofes de los desiertos, como el Sahel en la zona sur del desierto del Sahara. Entre las causas de este riesgo, está la sobrexplotación de pastos, la deforestación, la erosión del suelo y las sequías extremas causadas por el cambio climático.