Antes de empezar a estudiar en profundidad este tema, hemos de tener claras dos ideas fundamentales, que nos ayudan a entender la evolución de los reinos de León y Castilla hasta el 1212, fecha de la batalla de las Navas de Tolosa:
- Por una parte, debido a la concepción patrimonial que del territorio tienen los soberanos, éstos se unen y separan constantemente. Todo eso ocurrirá hasta que, en 1230, Fernando III lleve a cabo la unificación definitiva de ambos reinos.
- Tanto León como Castilla avanzarán hacia el sur, conquistando territorios de al-Ándalus. De esta manera, cuando se unan definitivamente, se convertirán en la corona más extensa de la península.