Como ya sabemos, los reinos cristianos y musulmanes están directamente relacionadas. Podemos dividir la historia de al-Ándalus en dos etapas claramente diferenciadas: una primera de unión y hegemonía, que va desde la conquista hasta el final del Califato en el año 1031, y otra de carácter defensivo hasta su desaparición en 1492. A partir del primero de esos años, se produjo la definitiva división de al-Ándalus en multitud de reinos. Estos recibieron el nombre de taifas, y frecuentemente estaban enfrentadas entre sí.

Paralelamente, el equilibrio de poder peninsular se invirtió a favor de los reinos cristianos, los cuales realizaban expediciones de castigo en territorio musulmán. Es en esta coyuntura, y después de la conquista de Toledo por parte cristiana en el 1085, cuando se inicia un periodo de intervención de pueblos bereberes del norte de África: los almorávides primero, y los almohades después. Estos tratarán de revertir la situación a favor de los musulmanes en las siguientes décadas.