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Todo tiene un principio...

 

La conquista de Toledo en 1085 por Alfonso VI motivó que los dirigentes de las taifas peninsulares llamaran en su ayuda a los almorávides del norte de África. Estos eran muy rigurosos en su interpretación del Corán, de tal modo que, movidos por el ideal religioso, entraron en la península al año siguiente. Sin embargo, tras un periodo inicial de conquistas, acabaron cediendo ante el empuje cristiano, por lo que fueron sustituidos por los almohades, tanto en el Magreb como en la península ibérica.

En la primera mitad del siglo XII, el grupo religioso de los almohades formó un imperio que ocupó la zona del Magreb y al-Ándalus. Como otros habitantes del norte de África, eran bereberes, por lo que compartían una lengua y cultura propias que los diferenciaban de los árabes. Precisamente, estos habían sido los responsables de su islamización entre finales del siglo VII y principios del VIII, y junto a ellos habían participado en la invasión peninsular del 711. Como había sucedido en su día con otros pueblos de la región del Atlas, entre los almohades surgió una versión especialmente rigurosa del islam, que superaba incluso el rigorismo impuesto en su momento por los almorávides. De hecho, llegaron a practicar una doble guerra santa o Yihad, que afectaba a los cristianos, por un lado, y a los propios musulmanes por el otro.

Así, en un primer momento, consideran que los almorávides se habían desviado de las verdaderas enseñanzas del Corán, siendo considerados como apóstatas. Por ello, en 1147, ocuparán su capital Marrakech y todo el Magreb. Paralelamente, también intervendrán en la península ibérica en lucha contra los almorávides y los cristianos del norte, considerados como infieles

Pequeño pueblo de la cordillera del Atlas
Wikimedia Commons/Lluket. Pequeño pueblo de la cordillera del Atlas (CC BY-SA)

La conquista de Zaragoza por Alfonso I de Aragón inicia la crisis almorávide. El empuje de los reinos cristianos y la división de los musulmanes peninsulares motivará que, a partir del año 1145, los almohades entren en la península, poniendo fin al dominio andalusí almorávide y tratando nuevamente de frenar la expansión cristiana.

Será en este momento, entre la irrupción almohade y su definitiva consolidación como grupo hegemónico en al-Ándalus, cuando se produzcan unos efímeros segundos reinos de taifas. Estos territorios se caracterizarán por un esplendor cultural, que contrastará con una debilidad política y militar.

Así, hacia el 1160, derrotan definitivamente a los almorávides, que sólo conservarán la parte Eete de al-Ándalus, con Murcia, València y las Baleares, aunque después serán incorporadas a su imperio. Con esto, se configura un gran califato con sede en Marrakech y que, en el caso peninsular, detendrá el avance y consolidación de los reinos cristianos, al menos hasta el 1212, con la batalla de las Navas de Tolosa.

   

  • Como hemos visto, los almorávides y los almohades comparten origen geográfico, cultura y religión. A la luz de lo que hemos leído, ¿puedes decir cuál de los dos era posterior y tenía una visión más rigurosa del islam?