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La Mesta

 

La ganadería ovina, basada en la oveja merina, para la obtención de lana siempre fue muy importante, pero, a partir de la crisis del siglo XIV, se convierte en la base de la economía. Esta lana se destinaba a la producción local de paños y, sobre todo, a la exportación de materia prima a Flandes.  

Poco a poco, según avanza la conquista cristiana, se organiza el territorio hacia esta actividad. Con la ocupación del Sistema Central y especialmente de Extremadura y el valle de Guadalquivir, se articulan una serie de caminos para el ganado trashumante, que pasa el verano en la Cordillera Cantábrica y el invierno en el sur peninsular. Son las llamadas cañadas. Todo este comercio de lana se organizará en ferias, siendo la de Medina del Campo la más importante.   

Ovejas de raza merina
Wikimedia Commons/Charles Esson. Ovejas de raza merina (GNU/GPL)

Sin embargo, los intereses de los ganaderos y de los grandes terratenientes nobles y eclesiásticos chocaron con los de los agricultores y los artesanos. En este sentido, en el año 1273, Alfonso X crea el Honrado Concejo de la Mesta, otorgando una serie de privilegios a los ganaderos. Esto provocó el crecimiento de la ganadería y de la producción de lana, pero fue perjudicial para los agricultores y para los artesanos. Esta tendencia se acrecentó con la crisis bajomedieval y el abandono de gran cantidad de terreno cultivable.