La agricultura, la ganadería y la explotación forestal no están distribuidas uniformemente en el territorio. Existen factores físicos o naturales y humanos que favorecen, limitan o condicionan la práctica de las actividades agrarias.
Los progresos técnicos (regadío, cultivos hidropónicos ...) han modificado muchas de las limitaciones impuestas por el medio físico. Sin embargo, los factores físicos siguen teniendo una importante influencia sobre la actividad agraria.
El clima condiciona la actividad agraria en función de las precipitaciones y las temperaturas. Esto es así porque cada planta y animal necesitan unas condiciones de precipitación, insolación y humedad que les permite adaptarse al medio natural.
La mayoría de de los cultivos se mueven entre los 250 mm y 500 mm de precipitación al año para su desarrollo óptimo. En cuanto a la temperatura, necesitan estar por encima de los 6ºC para crecer.
Desde el punto de vista climático, definimos como condiciones no favorables para las plantas las bajas temperaturas, el calor y la humedad en exceso, la aridez, etc.
A partir de la información de estos mapas de precipitación y temperaturas medias, responde a las preguntas:
1.- Explica las características de precipitación y temperatura para los puntos 1, 2 y 3 marcados en los mapas.
2.- Señala para cada punto si las condiciones son favorables o desfavorables para la práctica de la agricultura.
3.- Indica qué unidades de relieve identificamos en cada uno de esos puntos y cómo crees que son los suelos en esas áreas.
Cada planta requiere un tipo de suelo específico. Con todo, los suelos sedimentarios son, de forma general, más propicios para las actividades agrícolas; mientras que los rocosos son más aptos para la ganadería. Ejemplo de esto último sería la penillanura salmantina y extremeña, con suelos poco profundos que favorecen la ganadería extensiva porcina.
Las zonas montañosas son más frías y, por ello, menos aptas para el cultivo. Igualmente, las pendientes pronunciadas no son muy adecuadas para la agricultura. Con todo, el ser humano ha acondicionado a través de terrazas o bancales estas zonas para poder cultivar. Esta técnica milenaria implica una enorme carga de trabajo para, en ocasiones, obtener una baja productividad.
La actividad ganadera es la habitual en las estas zonas, mientras las llanuras y cuencas fluviales son las preferidas para la agricultura.
A partir del mapa de superficie agraria utilizada en España, responde a las preguntas:
Lee el párrafo que aparece a continuación y completa las palabras que faltan.
Obra publicada con Licencia Creative Commons Reconocimiento Compartir igual 4.0