Impacto de las actividades del sector primario
Las actividades agrarias han sido esenciales para la economía desde el Neolítico. Sin embargo, la búsqueda del incremento de la producción y la productividad en las últimas décadas ha generado impactos significativos en el medio ambiente.
Impacto de la agricultura y la ganadería
- Sobreexplotación y salinización de los acuíferos causadas por el incremento del regadío y la presión sobre las aguas subterráneas. El incremento de las superficies regadas en los últimos años, junto a la variación de precipitaciones derivada del cambio climático, han generado el agotamiento de algunos acuíferos, así como su salinización.
- Contaminación, por abuso de fertilizantes químicos, de los suelos y, por escorrentía, de las aguas superficiales así como de las aguas subterráneas por infiltración.
- Problemas de gestión de los plásticos generados por la agricultura en invernaderos. La vida útil de los plásticos de los invernaderos se estima entre tres y cinco años, momento en el que deben ser sustituidos por unos nuevos. El reciclaje de estos plásticos es, hoy día, uno de los retos a los que se enfrenta la agricultura en invernaderos.
- Desaparición de especies autóctonas por el uso de técnicas biológicas. La utilización de especies modificadas genéticamente cambia los ciclos y procesos de polinización natural.
Impacto de la silvicultura
- Deforestación que causa pérdida de la biodiversidad e incremento de la erosión del suelo. La tala masiva de árboles genera una mayor erosión del suelo al carecer de cubierta vegetal, así como una destrucción del hábitat natural de especies vegetales y animales.
Impacto de la pesca
- Sobrexplotación de los caladeros, que ha llevado a imponer límites de captura. El gran volumen de capturas, así como el uso de técnicas industriales de pesca no selectivas (pesca de arrastre, por ejemplo), ponen en riesgo la reproducción en los caladeros. Para poner freno a la extinción de las especies, se han puesto en marcha las llamadas "paradas biológicas" o períodos de tiempo en los que no puede haber capturas de determinadas especies.