El transporte es el traslado y distribución de personas, bienes y servicios entre diferentes lugares. El siglo XIX vivió una primera revolución de este sector con la introducción de la máquina de vapor y, desde entonces, se le han ido sumando innovaciones tecnológicas que han incrementado la velocidad, la conectividad y reducido las distancias.

Los ámbitos de desplazamiento son el terrestre (con el ferrocarril y el transporte por carretera), el naval (fluvial y marítimo) y el aéreo (con el avión). Analizamos ahora sus ventajas e inconvenientes. 

Todo el conjunto de medios de transporte constituyen la red de infraestructuras de un país. Estas redes vienen condicionadas por factores físicos (el relieve detemina mucho la disposición del transporte), económicos (disponibilidad de recursos para la construcción), políticos (decisiones de inversión en determinadas áreas) e históricos. Todo ello conforma la densidad de la red de un espacio y marca su accesibilidad, esencial para el desarrollo de las actividades económicas.

Desde el punto de vista medioambiental, los medios de transporte generan altos impactos paisajísticos, acústicos, atmosféricos, etc. Los gobiernos europeos han comenzado a apostar por estrategias de movilidad más sostenible y conectada, basada en la introducción masiva de la tecnología en la movilidad y la necesidad de "descarbonizar" la economía.