Saltar la navegación

¡Una tilde según la ocasión!

¿Quién sabe qué?

Fíjate en estas dos oraciones: 

Tengo qué beber. / Tengo que beber.

Puede parecer que dicen lo mismo, pero no es así. La primera oración indica que tiene algo para poder beber; en la segunda oración se indica que necesita o tiene que beber. 

Os ha sorprendido, ¿verdad? Es que a veces las tildes nos dan lecciones sobre la necesidad de tener en cuenta la acentuación de las palabras para no perder el significado real de lo que leemos o para trasmitir lo que realmente queremos decir. 

Esto es lo que ocurre con los interrogativos (qué, cuál, quién, cómo, cuándo, cuánto, dónde) y los exclamativos (qué, quién, dónde, cuándo cuánto y cómo). Para diferenciarlos de sus homónimos se les coloca la tilde diacrítica

Un muñeco con una interrogante
Pixabay/ElisaRiva. Preguntas (Pixabay License)

Uso de la tilde diacrítica

Se emplea a fin de diferenciar en la escritura ciertas palabras de igual forma, pero distinto significado, que se oponen entre sí por ser una de ellas tónica y la otra átona. Pertenecen a categorías gramaticales diferentes.

Palabras que se escriben igual o que se escriben diferente y suenan igual, pero tienen significados distintos.

¿Los distingues?

Voy a ponerte a prueba para ver qué sabes ya. Para ello, te propongo que señales y coloques las tildes a los interrogativos y exclamativos que creas que hay en el texto que a continuación te presento. Se puede mostrar mediante algún tipo de herramienta para compartir información y, posteriormente, poner en común los resultados. 

- Hola, Juan. ¿Que tal te va la vida?

- ¡Hombre! ¿Cómo estás? ¡Que alegría verte! ¿Pero por que no me has llamado durante estos años?

- Pues bien, no me quejo, pero ¿quien te ha dicho que vivo aquí?

- No, ¡que va! No tenía ni idea. ¿Cuanto tiempo llevas por la zona?

- No mucho, la verdad. Por cierto ¿donde vives tú? Hace tiempo que te perdí la pista. 

- ¿No recuerdas cuándo me fui del barrio? Pues fue poco tiempo después de que tú te marcharas.