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Usos dudosos de la tilde

Soy adverbio y termino en -mente, ¿me acentúo?

Ya sabes que todas las palabras se acentúan, pero no a todas les colocamos una tilde. Y ¿qué es lo que pasa con un adverbio que termina en -mente?

La respuesta es sencilla: los adverbios terminados en -mente llevarán tilde si los adjetivos de los que derivan llevan tilde. 

Así pues, útilmente lleva el acento ortográfico porque el adjetivo útil también lo lleva; lo mismo ocurre con dócilmente que deriva de dócil

En cambio, fuerte no lleva tilde y, por tanto, tampoco la lleva fuertemente; en la misma situación está eternamente de eterno. 

Así que ya sabes que el truco está en que pienses si el adjetivo del que deriva el adverbio terminado en -mente en cuestión lleva o no tilde. Era fácil ¿verdad?

Un OK
Pixabay/d97jro. Perfecto (Pixabay License)

Un adverbio es un elemento que complementa a un verbo, a un adjetivo, a otros adverbios e, incluso, a oraciones. Los adverbios expresan modo, lugar, tiempo, cantidad, afirmación, duda...

Acento ortográfico.

¡Compuestos más que compuestos!

Seguro que muchas veces has metido la pata al colocarle la tilde a las palabras compuestas. No te preocupes, ahora te lo vamos a aclarar y verás cómo no vuelve a ocurrirte. 

Verás, tenemos dos tipos de palabras compuestas: 

  1. dos o más lexemas sin guion
  2. dos o más lexemas separadas con guion

Y ¿cómo se acentúan?

Palabras compuestas sin guion

Estas palabras llevan tilde en el último lexema según las reglas generales de acentuación.

Ejemplos: paralímpico, tentempié...

Palabras compuestas con guion

En este caso, como los elementos son independientes, cada uno llevará tilde siguiendo las reglas de acentuación. 

Ejemplos: épico-lírico, teórico-práctico, astur-leonés...

Dos elementos de una cadena
Pixabay/PIRO4D. Encadenados (Pixabay License)

¡Enclíticos con tilde!

Otra gran duda que surge tiene que ver con cómo acentuar las palabras con pronombres enclíticos (me, te, se, lo/la, le, nos, os, los/las, les). Aunque aquí siempre surgen equívocos, es más fácil de lo que crees. 

Estos pronombres son los que se colocan al final de una forma verbal creando así una única palabra: cuénta-me. Los verbos pueden llevar uno o varios pronombres. 

Estas palabras llevan el acento ortográfico según las reglas básicas de acentuación sin tener en cuenta que previamente llevara tilde o no la forma verbal, es decir, hay que ver si el producto final de unir al verbo los pronombres da una palabra aguda, llana o esdrújula y si cumple los requisitos para colocarles la tilde según las reglas de acentuación para las palabras agudas, llanas o esdrújulas

En unas ocasiones se les colocará tilde y en otras la perderán:

Así pues de (verbo dar) tenemos dele o de da formamos dame, dale o dáselo.

La sílaba tónica está en la última sílaba.

La sílaba tónica está en la penúltima sílaba.

La sílaba tónica está en la antepenúltima sílaba.

Llevan tilde si acaban en -n, -s o vocal.

Llevan tilde si no acaban ni en -n ni en -s ni en vocal.

Siempre llevan tilde.

Se llaman así los pronombres que se colocan detrás del verbo, fusionados con él en una sola palabra.

Rellena los huecos según creas conveniente

Lee las oraciones y rellena con las palabras que faltan (en todos los casos hay que añadir pronombres enclíticos al verbo y acentuarlos correctamente).

  • (Dar) por la mañana para que lo lleve a la excusión. 
  • Me dijo que se lo diría mañana. Si no lo ha hecho, (decir) tú. 
  • (Acercar) ese libro y (sostener) esta lámpara.
  • (Despertar) pronto si no quieres llegar tarde.
  • Tienes que (tender) la mano al que te la pide. Ayudar siempre está bien. 
  • No me pidas nada, me cuesta (negar)

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¡Vamos a contar!

Nos toca poner en práctica lo aprendido, así que te propongo que, en parejas, creéis una pequeña historia en la que utilicéis muchos adverbios terminados en -mente que lleven tilde y también verbos con pronombres enclíticos. 

Ya sabemos que es difícil encajar en un texto los elementos pedidos y conseguir que esta historia tenga sentido, así que lo que os proponemos es que dejéis volar vuestra imaginación y construyáis un texto "vanguardista". Seguro que surge una historia curiosa llena de tildes.

Si os parece y tenéis ganas, podéis grabar vuestra historia en formato podcast y así podréis compartirla de una forma más sencilla por redes sociales o a través de los canales de comunicación de vuestro centro educativo. 

Venga, animaos, no os cortéis. Si queréis, podéis hacer lo que os propongáis.