La función de relación es una de las funciones más importantes y vitales de los seres vivos.
A través de esta función, los seres vivos obtienen información del medio que les rodea y pueden reaccionar ante él, interaccionando con todo aquello que ocurre a su alrededor, dando la respuesta más adecuada al estímulo recibido.
Dentro de la función de relación podemos destacar tres fases:
Estímulo
El ser vivo recibe un estímulo del medio que le rodea a través de los órganos sensoriales.
Por ejemplo: Estoy estudiando y suena el teléfono de casa. Estoy recibiendo un estímulo a través los órganos sensoriales, en este caso del oído.
Procesamiento del estímulo
Una vez recibido el estímulo, se analiza esa información para involucrar a los diferentes órganos o sistemas relacionados con él, mediante el sistema nervioso, el cual mandará esa información al cerebro.
Por ejemplo: Tras haber escuchado el sonido del teléfono, mi sistema nervioso procesa ese estímulo y le manda la información al cerebro.
Respuesta final
Tras haber procesado ese estímulo a través del sistema nervioso y habiendo mandado la información al cerebro, este mandará la orden al aparato locomotor, poniéndolo en funcionamiento para que realice el movimiento necesario para responder al estímulo recibido.
Por ejemplo: Una vez que el sistema nervioso ha mandado la información al cerebro, este manda la orden a mi aparato locomotor para que me levante de la silla y coja el teléfono.
Para que la función de relación pueda llevarse a cabo, es necesaria la intervención de:
- Los órganos sensoriales.
- El sistema nervioso.
- El aparato locomotor (huesos y músculos).