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La función de relación

La función de relación es una de las funciones más importantes y vitales de los seres vivos.

A través de esta función, los seres vivos obtienen información del medio que les rodea y pueden reaccionar ante él, interaccionando con todo aquello que ocurre a su alrededor, dando la respuesta más adecuada al estímulo recibido.

Dentro de la función de relación podemos destacar tres fases:

Estímulo

El ser vivo recibe un estímulo del medio que le rodea a través de los órganos sensoriales.

Por ejemplo: Estoy estudiando y suena el teléfono de casa. Estoy recibiendo un estímulo a través los órganos sensoriales, en este caso del oído.

Procesamiento del estímulo

Una vez recibido el estímulo, se analiza esa información para involucrar  a los diferentes órganos o sistemas relacionados con él, mediante el sistema nervioso, el cual mandará esa información al cerebro.

Por ejemplo: Tras haber escuchado el sonido del teléfono, mi sistema nervioso procesa ese estímulo y le manda la información al cerebro.

Respuesta final

Tras haber procesado ese estímulo a través del sistema nervioso y habiendo mandado la información al cerebro, este mandará la orden al aparato locomotor, poniéndolo en funcionamiento para que realice el movimiento necesario para responder al estímulo recibido.

Por ejemplo: Una vez que el sistema nervioso ha mandado la información al cerebro, este manda la orden a mi aparato locomotor para que me levante de la silla y coja el teléfono.

Estímulo, procesamiento de la información y respuesta
Laura Cepeda Del Rosal. Estímulo, procesamiento de la información y respuesta (CC BY-SA)


Para que la función de relación pueda llevarse a cabo, es necesaria la intervención de:

  • Los órganos sensoriales.
  • El sistema nervioso.
  • El aparato locomotor (huesos y músculos).