El órgano del tacto es la piel.
Gracias a la piel podemos distinguir diferentes texturas, temperaturas, formas, etc.
Los receptores que captan los estímulos que recibimos a través del sentido del tacto es la piel, la cual manda la información recibida al cerebro a través de los nervios.
La piel tiene la función de proteger todos los tejidos del organismo de nuestro cuerpo para evitar lesiones y agresiones del exterior, así como regular nuestra temperatura corporal, en función del frío o calor que nos rodee.
Gracias a la piel expulsamos los elementos de desecho a través del sudor y es capaz de por sí misma producir vitamina D.
A través del tacto, las personas con dificultades visuales, pueden leer gracias al alfabeto Braille, que es un sistema de escritura en el que cada conjunto de puntos en relieve representa un carácter.
A continuación, puedes ver una imagen de un fragmento de un texto en Braille.
La piel está compuesta por dos capas:
- Epidermis: es la capa exterior.
- Dermis: es la capa interior de la piel.
El sentido del tacto es el que mayor extensión ocupa en nuestro cuerpo, ya que, como hemos dicho anteriormente, su órgano es la piel y esta la tenemos por todo nuestro cuerpo.
Para cuidar nuestro sentido del tacto debemos:
- Cuidar nuestra piel ante el sol utilizando crema protectora.
- Mantener una higiene diaria de nuestro cuerpo.
- Beber al menos 2 litros de agua al día, para tener hidratada la piel.
- La piel de los dedos es tan sensible que percibe el movimiento de un objeto a una milésima parte de milímetro.
- La piel menos sensible de nuestro cuerpo está situada en la mitad de la espalda.
- En la piel tenemos 200.000 receptores de frío y calor; 500.000 receptores para la presión y casi 3 millones de receptores para el dolor.
- La media de piel de un adulto mide unos 1,7 metros cuadrados y pesa unos 3,5 kilogramos.