"Corazón negro.
Enigma o sangre de otras vidas pasadas,
suprema interrogación que ante los ojos me habla,
signo que no comprendo a la luz de la luna".
Vicente Aleixandre. "Corazón negro" (fragmento). Espadas como labios. La destrucción del amor. Clásicos Castalia.
El español, a diferencia de otras lenguas muy cercanas como el catalán, dispone de dos tipos de signos para iniciar y cerrar el período exclamativo (¡!) y el interrogativo (¿?). De este modo nos es más sencillo saber cuándo empieza y termina la entonación que debemos adoptar en la lectura oral.
Exclamar
Las exclamaciones sirven para enfatizar sobre la información que se transmite, pero será el lector quien interprete cuál es la actitud del emisor, si su intención es la indignación, la sorpresa o la ironía, por ejemplo.
“—¡Ay! —dijo a esta razón Juliana—. No diga vuestra merced, señor Monipodio, mal de aquel maldito, que con cuán malo es, le quiero más que a las telas de mi corazón [...]”. “¡Desdichada de mí! ¡Mirad por quién he perdido y gastado mi mocedad y la flor de mis años, sino por un bellaco desalmado, facineroso e incorregible!”. Miguel de Cervantes. Novelas ejemplares. Micomicona |
Interrogar
Los signos de interrogación nos avisan de que el escritor está lanzando una pregunta, pero también será tarea del receptor saber cuál es el objetivo de esa pregunta, por ejemplo, si es retórica o si requiere una respuesta.
“—No vayas a contar nada, ¿eh? Y menos a Judith. Me mata. Aquí solo lo sabemos Santos y yo”. “Era una simple intuición, pero tenía sentido. ¿Por qué si no nadie había oído hablar de un escritor llamado Carlos Cuevas? Por la sencilla razón de que no escribía bajo ese nombre”. Héctor Hugo Navarro. Pontiac. Estudio |
Como sucede con los puntos suspensivos, no solemos encontrar este tipo de signos en los textos formales, académicos, científicos, jurídicos o administrativos, de nuevo por el carácter subjetivo de su interpretación.