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Razones para amar la gramática

 
Libro pintando una bombilla
Pixabay/Manfredsteger. Bombilla (Pixabay License)

Razón 1

Aprender gramática, es decir, qué son las palabras y cómo se relacionan, nos enseña a pensar y, por lo tanto, nos ayuda a crecer en nuestra vida cotidiana, y también a trabajar mejor, a convencer más y a entender aquello que nos rodea. 

En el hipotético y extrañísimo caso de que las razones anteriores no fueran suficientes para convencer al hablante de la importancia del estudio de la gramática, quizá existen algunas aplicaciones que les podrían resultar algo más fascinantes:  ¿y si el estudio de la gramática, y de otros elementos lingüísticos como los signos de puntuación, la ortografía o la fonética, sirvieran, por ejemplo, para resolver asesinatos?

Razón 2

Resulta que el lenguaje verbal es una característica común de los seres humanos; sin embargo, en cada lugar, en cada grupo, en cada casa y en cada boca, la lengua se usa de una manera prácticamente única. La lingüística forense es la encargada del estudio de las relaciones entre el uso de la lengua y el ámbito judicial o legal

“En 2002 el fiscal echó por tierra la coartada de Stuart Campbell en el asesinato de su sobrina Danielle Jones, en Essex (Inglaterra). Los peritos demostraron que él fue el asesino y no la víctima, como había hecho creer. La clave del crimen estaba en unos mensajes que el tío envió desde el teléfono móvil de Danielle. Los análisis del texto revelaron sin lugar a dudas que el estilo era propio del sospechoso, quien jamás imaginó que un centenar de caracteres pudieran meterle entre rejas.

Probablemente Campbell también ignoraba que la estructura y el contenido de las frases que usamos de forma cotidiana en las conversaciones son casi únicos. O que la puntuación y la gramática de un mensaje anónimo pueden ser suficientes para averiguar la edad, el sexo y la ubicación geográfica de su autor. Pero lo cierto es que los lingüistas forenses manejan a diario estas diferencias en el uso de las palabras, que a lo largo de la última década han permitido identificar inequívocamente a terroristas y criminales de todo tipo”. 

Elena Sanz. Lingüística forense: la forma de hablar y escribir nos delata. Muy Interesante, 20/10/2019

Razón 3

Si, a pesar de todos los motivos anteriores, el hablante no queda convencido de la importancia de la gramática y de los estudios lingüísticos, quizá le interese saber que si Alexa, Siri y el GPS hablan es gracias a los filólogos y lingüistas que ofrecen sus servicios a la inteligencia artificial. Efectivamente, la llamada lingüística computacional enseña a hablar a las máquinas y, para ello, por supuesto, hay que tener un buen dominio de la gramática: 

“Ese asistente virtual que enciende la tele o pone la música si usted se lo indica con una orden vocal no es solo fruto del trabajo de ingenieros e informáticos. Lo mismo ocurre con esa voz automática que le atiende todas las veces que llama a su banco o al seguro. Ambas herramientas, así como otras muchas basadas en la interacción entre usuario y máquina por medio del lenguaje humano oral o escrito, funcionan también gracias a otra disciplina, todavía poco conocida pero cada vez más relevante en el boyante sector de la industria tecnológica: la lingüística computacional.

En este campo, especialistas en inteligencia artificial, big data y otras ramas de la ingeniería trabajan codo a codo con filólogos y traductores. Aportan competencias específicas que permiten manejar y transmitir a las máquinas aspectos del lenguaje complejos y difícilmente reproducibles en código de programación, como el entendimiento de una emoción o un contexto. Es decir, lo que permite identificar, por ejemplo, la diferencia entre un cumplido y una ofensa, entre una broma y un reproche. Cada vez más empresas e instituciones se dan cuenta de que necesitan incorporar a estos perfiles en sus equipos. “Son de vital importancia”, explica Luis Alfonso Ureña, presidente de Sociedad Española para el Procesamiento del Lenguaje Natural”.

Francesco Rodella. Los lingüistas que enseñan a leer, hablar y escuchar a las máquinas. El País, 15/10/2019

Puesta a punto

Se ha escrito un crimen

Los estudios lingüísticos en general y de la gramática en particular tienen muchas aplicaciones. Como hemos visto, los filólogos ayudan muchas veces a resolver crímenes mediante el análisis del lenguaje que utilizan los sospechosos. 

Os proponemos un juego solo apto para aquellas personas dispuestas a poner su imaginación y su intuición gramatical en marcha. 

  • Os juntaréis en grupos de 4 personas y, a partir de ahora, seréis la Unidad de Lingüística Forense del Ministerio de Interior. Juntos tendréis que averiguar, con vuestros conocimientos sobre gramática, quién ha matado a Pupi, la mascota de los Rodríguez. 
  • En la casa se han encontrado las notas que aparecen a continuación. Tenéis que investigar qué notas pertenecen a la misma persona. Evidentemente, en el juicio, deberéis justificar vuestra decisión. 
  • A continuación, deduciréis quién ha matado a Pupi y por qué. Aquí entra vuestra imaginación, que de nuevo tendrá que volar alto.

Ficha descargable (PDF)

Ficha para la actividad "Se ha escrito un crimen"
Anna Navarro Pascual. Ficha para la actividad "Se ha escrito un crimen" (CC BY-SA)