El turno pacífico de Cánovas del Castillo
La Restauración se basaba también en la idea del "turnismo" o turno pacífico, un nuevo sistema político que contaría únicamente con dos partidos principales que se irían alternando en el poder. Se trataba de un sistema liberal pero sin democracia, ya que el pueblo podía votar pero en realidad no elegían realmente a quien gobernaba.
El sistema de turno pacífico seguía estos pasos:
- En primer lugar, se obtenía el apoyo del rey para permitir gobernar a uno de los dos grandes partidos.
- En segundo término, se procedía a la disolución de las Cortes, se convocaban nuevas elecciones y, tras manipular los resultados a favor del partido político que se deseaba, se formaba gobierno.
Por ese motivo, el sistema de la Restauración se basaba en el fraude electoral y el caciquismo. Las elecciones se manipulaban para que, tanto en el Congreso de los Diputados como en el Senado, siempre tuviera los votos necesarios el partido que le tocaba gobernar. Esta alternancia en el gobierno fue posible gracias a un sistema electoral corrupto asentado en el caciquismo. Mayoritariamente en las zonas rurales, este caciquismo permitía el control del voto por unos caciques, que, por su poder económico o político, podían variar el voto de una circunscripción hacia el resultado deseado.
También existió fraude electoral, conocido como pucherazo, en el que se llegaba a comprar votos, falsificar actas o amenazar a votantes (clientelismo).