Las palabras son los signos que emitimos cuando hablamos y que representan materialmente alguna realidad o una idea que podemos percibir a través de los sentidos. Por ejemplo: mesa, silla, pizarra o profesora son signos que sirven para representar a los citados objetos y a la persona.

Las palabras se componen de dos planos: el significante, que son los sonidos o las letras que componen la palabra; y, el significado, que es el concepto que define a la realidad o idea a la que se hace referencia.

MESA: significante m-e-s-a y significado "utensilio compuesto de un tablero y, generalmente por cuatro patas, que tiene diferentes usos. "

El significado de las palabras se concretan en su uso y, por tanto, cuando pasan a formar parte de un proceso de comunicación determinado. De este modo, una misma palabra puede adquirir diferentes sentidos según la intención comunicativa del hablante y el contexto en el que se produce.

El enunciado ¡Bonito número! adquiere diferentes sentidos para una persona que acaba de comprar la lotería de Navidad que para aquella que está viendo un espectáculo.

El sentido es, en definitiva, lo que el interlocutor pretende comunicar con una palabra o un enunciado en un contexto determinado, independientemente de su significado.

Diferenciamos entre las palabras que se emplean con un sentido literal, esto es, con su significado original; de las palabras que se emplean con sentido figurado, que adquieren nuevos significados en ciertos contextos por asociación con otras realidades o por necesidades expresivas.

En el enunciado "Cuando ella llega, la habitación se ilumina", la palabra ilumina adquiere un sentido figurado, que indica que "le alegra la llegada de esa persona", frente a su sentido literal  "Alumbrar, dar luz".

Cuando hablamos de sentido figurado, esperamos transmitir una idea distinta de la que expresa la palabra en su significado literal. Para ello recurrimos a una imagen real o una imaginaria.

Para construir el sentido figurado muchas veces acudimos a recursos retóricos como la metáfora o la metonimia.

Las greguerías son textos breves que expresan en dos o más líneas de forma muy original pensamientos humorísticos, filosóficos, líricos o de otra índole. Ramón Gómez de la Serna ha sido considerado el creador de este género, el cual él mismo definía con la siguiente fórmula:

humorismo + metáfora = greguería

La metáfora es una figura retórica que hace un uso figurado del lenguaje. Se emplea para referirse a algo por analogía, pero sin nombrarlo. Se compone de un término real, al que se hace referencia, y un término imaginario, a través del cual se hace referencia al primero. Por ejemplo: El tiempo es oro (es muy valioso)

Algunos ejemplos de greguerías son:

• El primer beso es un robo.
• El vapor es el fantasma del agua.
• La leche es el agua vestida de novia.
• El agua se suelta el pelo en las cascadas.