La importancia de documentar las costumbres de la España decimonónica
Hacia 1837 surgió en España el costumbrismo. Este movimiento gozaba de un eclecticismo literario sin igual y bebía de la tradición clásica mientras destilaba las esencias románticas. El costumbrismo se convirtió en un género refugio para muchos autores que no se identificaban con las corrientes literarias decimonónicas que llegaban de Europa, más preocupadas por promover un estilo lleno de excesos que por retratar a la sociedad contemporánea con mayor o menor fidelidad.
El costumbrismo fue un género ampliamente cultivado en España durante la primera mitad del siglo XIX y trató de documentar las costumbres y la vida cotidiana de la sociedad coetánea al autor que las describe. Es un tipo de literatura menor, breve en extensión que se limita a retratar con pinceladas sueltas el modo de vida de una época, una costumbre o tradición popular. Su trama argumental es escasa (o inexistente) y el rango estilístico es variado y abarca desde la sátira a temáticas filosóficas. Como género el costumbrismo goza de un carácter propio, está íntimamente vinculado al periodismo y se sirve de los diarios para presentarse ante sus lectores, aunque su vocación narrativa lo vincula estrechamente con la novela.
Los autores costumbristas anhelan un ideal de vida esencialmente español, por lo que lo idiosincrásico será motivo de orgullo y se ensalzará en las obras. Se pretende una vuelta a la esencia, a lo rural, marginando cualquier atisbo de influencia foránea y de progreso. Sin duda, para estos narradores cualquier tiempo pasado fue mejor. Sin embargo, también es posible encontrar un costumbrismo más progresista que otorgó valor a la revolución industrial desplegada en la España del siglo XIX. El máximo exponente de esta corriente es Mariano José de Larra, que a través de sus escritos deja clara su idea sobre la renovación política y cultural iniciada en el siglo XVIII.
El artículo de costumbre presenta la siguiente estructura:
- El título del artículo goza de una inmensa importancia debido a su expresividad y resumirá el contenido del texto. A continuación, un lema o un refrán completará la presentación ante el lector.
- Por definición, son piezas breves, lo que obliga al autor a ser conciso.
- El autor se vale de la descripción directa con diálogos intercalados para presentar la acción.
- Era habitual que los autores firmaran con un seudónimo, y en ocasiones los textos aparecían publicados sin nombre.
Existen dos tipos de costumbrismo:
- Costumbrismo superficial, que presentaba rasgos pintorescos y se convirtió en la forma costumbrista más exitosa.
- Costumbrismo profundo, que presentaba un marcado tono satírico y político.