Saltar la navegación

El nuevo mapa europeo

En 1815, los Estados vencedores de Waterloo encabezaron una reorganización del mapa europeo. Reino Unido, Rusia, Prusia y Austria organizaron las fronteras de Europa y se repartieron diferentes territorios. El principal damnificado del Congreso de Viena fue Francia, pues se restablecieron sus fronteras anteriores a 1792, y quedó rodeado de una serie de estados-tapón, pequeños estados que ya existían o fueron creados ex profeso, para evitar un nuevo expansionismo francés.

Los cambios que modificaron sustancialmente el mapa europeo tras el Congreso de Viena fueron los siguientes:

  • El Sacro Imperio Romano Germánico desapareció y fue sustituido por la Confederación Germánica, que contó con 39 estados alemanes, entre los que destacaron Prusia, Hanover, Austria y Baviera. 
  • Prusia amplió su control sobre Westfalia, Sajonia y Renania.
  • El Imperio austriaco controlará diferentes zonas del norte de Italia (Dalmacia, Véneto y Lombardía) y se configurará como un estado multiétnico que abarcaba numerosos pueblos: eslovenos, croatas, checos, eslovacos, etc.
  • El Imperio ruso, con el zar a la cabeza, amplió su poder en la Europa Oriental, anexionando parte de Polonia y Finlandia. 
  • La dinastía Orange-Nassau tomó el control de un nuevo reino, los Países Bajos, heredero las Provincias Unidas. 
  • Suecia se hizo con el control de Noruega. 
  • El Reino Unido se apoderó de Malta y algunas islas griegas.
  • La corona danesa recibió los territorios de Holstein y Schleswig. 
Europa tras el Congreso de Viena en 1815
Banco de imágenes y sonidos (INTEF)/Joaquín Santamaría Morales. Europa tras el Congreso de Viena en 1815 (CC BY-NC-SA)