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Las oraciones impersonales

El concepto de impersonalidad

El concepto de impersonalidad se utiliza en gramática con cierta ambigüedad, porque las oraciones que carecen de sujeto gramatical son impersonales, pero también lo son aquellas oraciones cuyo agente no se explicita. Es decir, hablamos de impersonalidad desde dos puntos de vista:

  •  Las oraciones impersonales desde el punto de vista sintáctico (no tienen sujeto gramatical, solamente un SV).

Es de noche

Hay castañas en la cesta de la cocina.

Se trabaja bien aquí.

  •  Las oraciones impersonales desde el punto de vista semántico (no interesa explicitar el sujeto).

Le dieron una paliza de miedo. (Alguien ha sido el responsable, pero no sabemos quién).

Una oración puede ser a la vez impersonal sintáctica e impersonal semántica. Todas las impersonales sintácticas son impersonales semánticas pero, al contrario, las impersonales semánticas no tienen por qué ser impersonales sintácticas.

Tipos de oraciones impersonales:

  • En primer lugar, se hallan las impersonales que contienen verbos que indican fenómenos atmosféricos o climáticos, tales como llueve, truena, diluvia, relampaguea, amanece, anochece, hiela y otros muchos. Se trata de las impersonales que designan fenómenos naturales.
Paisaje de tormenta
enriquelopezgarre. Storm (Pixabay License)

Fíjate en estos ejemplos:

Amanece en Santander.

En invierno oscurece muy pronto.

El año pasado granizó mucho en mi ciudad.

Estos verbos se utilizan en tercera persona del singular y solamente en determinados casos pueden tener un uso metafórico o desplazado:

Llovieron críticas muy duras sobre Pepe.

Algunos verbos también admiten usos personales y pueden construirse con sujetos de persona (o de cosa) en el sentido de 'aparecer o de estar en un lugar'. Por ejemplo, nos referimos a oraciones de este tipo:

Hola, Carla, ¿cómo amaneciste hoy? (= ¿Cómo te has levantado hoy?).

  • En segundo lugar, se encuentran las oraciones impersonales que expresan una indeterminación del agente de la acción, bien porque se ignora, bien porque no se quiere o desea explicitar. En ciertos contextos la tercera persona del plural es marca de impersonalidad, y, como verás, la oración carece de sujeto explícito para indicar que el agente de la acción o sujeto semántico es desconocido. Se trata de una impersonalidad semántica.

Fíjate en estos ejemplos:

Llaman a la puerta. (Alguien llama a la puerta pero desconocemos la identidad).

Por las redes sociales dicen muchas mentiras. (Alguien las ha dicho en las redes).

Fíjate en que existe una notable diferencia entre "llaman a la puerta" (se desconoce la identidad de la persona que llama a la puerta) y "tales personas llaman a la puerta" (una serie de personas, conocidas por el emisor, llama a la puerta). Además, en "llaman a la puerta" (con sentido impersonal), puede ser solamente una persona la que llama a la puerta.

  • En tercer lugar, existen diferentes construcciones impersonales fijadas con las formas verbales haber, hacer y ser en tercera persona del singular. En estas construcciones no hay tampoco sujeto semántico, dado que el elemento que aparece en ellas funciona realmente complemento directo. Como puedes comprobar fácilmente, no se produce la necesaria concordancia con el verbo en el  número y persona para poder considerarlos sujetos.
El mar llegando a la playa
Bluewinger. Beach (Pixabay License)

Fíjate en estos ejemplos:

Hace calor (= lo hace).

Hay hambre en el mundo (= la hay en el mundo).

Es verano (=lo es).

Hace tres días (=los hace).

Dentro de una semana, hará tres meses de la ruptura matrimonial (=los hará).

Como ves, el elemento que sigue al verbo no es el sujeto sino el complemento directo, aunque en el caso de "hay" y "hace" es un complemento peculiar, puesto que no admite la pasiva. Es posible que, en su origen, probablemente existiera un sujeto implícito, pero que desapareció con el tiempo hacia su indeterminación. Te lo cuento de otra manera...

Se dio una serie de pasos...

  • Primer paso: hubo un uso arcaico de "haber" con el significado de "tener".
  • Segundo paso: el adverbio ibi del latín quedó reducido con el paso del tiempo a una vocal tónica: "í".
  • Tercer paso: una consideración semántica, porque es más importante lo que se tiene que la persona que lo tiene.

Vayamos al cuento...

José Luis ha í  monedas de oro (= José Luis tiene ahí monedas de oro).

¡Hay monedas de oro!  (lo que está claro es que lo importante son las monedas de oro, ¿verdad?).

Cadena de ADN
qimono. DNA (Pixabay License)

Respecto a los verbos copulativos ser y estar,  pueden forman predicados impersonales cuando aluden al tiempo atmosférico como cronológico. Muchas veces estas construcciones presentan atributos adverbiales o nominales:

Era muy temprano cuando llegó María a la estación de tren de Xátiva. (Oración impersonal con atributo adverbial).

Era noche cerrada cuando regresó Félix de la residencia de estudiantes. (Oración impersonal con atributo nominal).

  • En cuarto lugar, también tenemos oraciones impersonales con otros verbos:
    • Oraciones impersonales con el verbo ir que expresan el estado general de una persona (o una situación en proceso). Se usan en situaciones conversacionales:

    -Pepe: ¿Cómo os va?

    - Luis y Pepa: Bueno... así nos fue... un poco de todo hubo en el revuelo.

    • Oraciones impersonales con los verbos oler, apestar, doler, picar, poner:

    Aquí huele a podrido. Seguro que el gato ha dejado algo cazado debajo de la cama.

    Me duele en la parte interna de la boca (impersonal con un locativo) # Me duele la boca (personal, el sujeto es la boca).

    En este documento pone que no estabas solo en el atraco.

    Me pica en la espalda (impersonal) # Me pica la espalda (personal, la espalda es el sujeto).

¿Esto es correcto?

Razona si estas oraciones son correctas:

  1. Hubieron varios disparos y los ratones desaparecieron.
  2. Habían cinco gallinas fuera del corral.

¡¡Seguro que acierto!!

En las frases siguientes contesta verdadero o falso según convenga. ¡¡Mucho ánimo!!

Pregunta 1

1.  Los verbos referidos a fenómenos atmosféricos forman oraciones impersonales.

Pregunta 2

2. Los verbos atmosféricos formalmente se usan en tercera persona del singular.

Pregunta 3

3. Un verbo atmosférico puede dejar de ser impersonal si presenta un empleo metafórico, por ejemplo: llovieron chuzos de punta.

Pregunta 4

4.  El verbo en tercera persona del singular puede expresar una indeterminación del sujeto, por ejemplo: una no sabe qué hacer.

Pregunta 5

5. El verbo en tercera persona del plural también puede expresar una indeterminación del agente de la acción, por ejemplo: Llaman a la puerta.

Pregunta 6

6.  En determinadas construcciones, las formas verbales hay, hace, es, fijadas en tercera persona del singular, dan lugar a oraciones impersonales.

Pregunta 7

7. En la oración Hay peras y manzanas, los elementos que siguen al verbo son el sujeto múltiple.

Pregunta 8

8.  El uso arcaico del verbo haber es con el significado de 'tener'.

Pregunta 9

9. Es correcta la oración: Habían manzanas.

Pregunta 10

10. Es correcta la oración: Hacen tres días.

¡¡Rellena huecos y practica las impersonales!!

Lea el párrafo que aparece abajo y complete las palabras que faltan.

1.  El concepto de se utiliza en con cierta .

2.  Hay oraciones impersonales de verbos que indican fenómenos naturales o  .

3. El verbo en persona del puede expresar una del agente de la acción.

4. En determinadas construcciones, las formas verbales, "hay ", " " y "es", en tercera persona del singular, dan lugar a oraciones impersonales.

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Jugando con los verbos

Duración:
00:30
Agrupamiento: 4
todos

La tarea consiste en construir oraciones impersonales con los 24 verbos atmosféricos o climáticos contenidos en esta lista que se adscriben a 6 colores:

  1. Clarear, atardecer, anochecer, oscurecer. = BLANCO.
  2. Llover, lloviznar, chispear, granizar.= ROJO.
  3. Diluviar, escampar, nublarse, aclarar. = AZUL.
  4. Ventiscar, helar, rociar, jarrear. = NARANJA.
  5. Ventear, nevar, escarchar, tronar. = VERDE.
  6. Relampaguear, rielar, despejar, neviscar. = AMARILLO.
Cubo rubik.
LatorreFuenzalida. Cube (Pixabay License)

Instrucciones:

  1. La profesora reparte el cubo rubik a cada grupo de alumnos. El cubo es un rompecabezas mecánico tradicional que consiste en un cubo de seis caras, cada una de las cuales está cubierta por nueve pegatinas que son trozos de papel plástico de seis colores (blanco, rojo, azul, naranja, verde y amarillo). El cubo es un mecanismo de ejes que permite que cada una de sus caras gire independientemente, mezclando los colores. Para solucionar el rompecabezas, cada una de sus caras debe estar compuesta en un solo color.
  2. Cada alumno del grupo realizará un intento mezclando los colores y cada vez que lo haga deberá tener presente una tabla de colores con los verbos meteorológicos adscritos: por ejemplo, blanco (clarear, atardecer, anochecer, oscurecer), rojo (llover, lloviznar, chispear, granizar), azul (diluviar, escampar, nublarse, aclarar), naranja (ventiscar, helar, rociar, jarrear), verde (ventear, nevar, escarchar, tronar), amarillo (relampaguear, rielar, despejar, neviscar).
  3. El alumno tendrá que construir oraciones impersonales con la tirada de colores, por ejemplo: blanco-rojo-azul. Cogerá el primer verbo de cada opción y creará la oración propuesta: "Clareaba en la sierra, pero de repente unas nubes amenazadoras vinieron y llovió a cántaros, parecía que diluviaba". Cada jugador puede ir ganando puntos con sus aciertos; por ejemplo, por cada tirada gana un punto hasta llegar a los diez puntos.
  4. Gana el alumno del grupo que consiga los diez puntos y construya oraciones impersonales con más ingenio. 

En esta actividad se desarrolla tanto la comunicación oral como la escrita, ya que las oraciones escritas resultantes deberán entregarse al docente para que este componga un cartel con todas ellas.