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Comentamos textos

¿Redactamos?

La escuela aprendizaje programado
Pixabay / Matriz. La escuela aprendizaje programado (Pixabay License)

En la anterior página, has podido comprobar los pasos que hemos seguido para realizar nuestro comentario de texto: ¿qué te parece si probamos a darle forma?

En pareja vamos a redactar nuestro primer comentario de texto para ponernos a prueba con los resultados del análisis realizado en la anterior tarea. Recuerda que tendrás que elaborar un texto expositivo y, para ello, en el apartado "Sugerencia" te dejamos una lista de control que te ayudará en su elaboración.

No olvides realizar un primer borrador antes de presentarlo y cotejarlo con tu compañero/a.

Analizamos, descodificamos y redactamos

A continuación te proponemos la lectura, análisis y realización de dos comentarios de texto. Aunque la temática es similar, vas a trabajar con textos de diferente tipología y tendrás que llevar a cabo un análisis exhaustivo de cada uno de ellos para, posteriormente, redactar su comentario.

Para realizar esta tarea, vamos a trabajar, en primer lugar, de manera individual y, después, cotejaremos con nuestra pareja los resultados del análisis realizado.

Cada uno realizará la redacción del texto, empleando para ello la lista de control de la tarea anterior.

Texto 1

Literatura fantástica

El término literatura fantástica alude a un género narrativo basado sobre todo en los elementos de fantasía, dentro del cual se pueden agrupar varios subgéneros, entre los que están la literatura de terror, ciencia ficción o la literatura gótica. El término es enormemente confuso, debido a la divergencia de criterios respecto a su aplicación. Se conoce como literatura fantástica a cualquier relato en que participan fenómenos sobrenaturales y extraordinarios, como la magia o la intervención de criaturas inexistentes. Esta definición resulta ineficaz, debido a que los elementos sobrenaturales están presentes en todos los relatos mitológicos y religiosos y su presencia tiene un carácter muy distinto del que posee en la civilización actual.

En la ya clásica Introducción a la literatura fantástica, Tzvetan Todorov definió lo fantástico como un momento de duda de un personaje de ficción y del lector implícito de un texto, compartido empáticamente. Los límites de la ficción fantástica estarían marcados, entonces, por el amplio espacio de lo maravilloso, en donde se descarta el funcionamiento racional del mundo y lo "extraño" o el "fantástico explicado", en el que los elementos perturbadores son reducidos a meros eventos infrecuentes pero explicables. Contra la definición amplia de lo fantástico, esta definición presenta la debilidad de ser demasiado restrictiva. Se han propuesto diferentes reformulaciones teóricas que intentan rescatar el núcleo de esta definición con diversas salvedades.1

Otra definición posible con criterios históricos sostiene que la literatura fantástica se define en el seno de una cultura laica, que no atribuye un origen divino y por tanto sobrenatural a los fenómenos conocidos, sino que persigue una explicación racional y científica. En esta situación, el relato fantástico introduce un elemento sobrenatural, discordante con el orden natural, que produce inquietud en el lector. El elemento sobrenatural no solo sorprende y atemoriza por ser desconocido, sino que abre una fisura en todo el sistema epistemológico de su mundo, susceptible de dar cabida a toda clase de sucesos insólitos y monstruosos.

Por otro lado, la crítica literaria argentina Ana María Barrenechea sostiene que la literatura fantástica ofrece acontecimientos que van de lo cotidiano hasta lo anormal. Estos son presentados en forma problemática para los personajes, para el narrador y para el lector. También menciona la aparición de criaturas y elementos de fantasía y extraordinarios.

En ocasiones, este género nos ofrece un relato basado en hechos insólitos que al analizarlos se escapan de la realidad, sin embargo, más adelante de la historia, dichos sucesos tienen una explicación lógica o científica, pero esto no siempre sucede y algunas veces el relato concluye sin salirse de la irracionalidad.

La literatura fantástica puede también presentarnos un objeto o personaje tomado de la realidad, realizando acciones que en un entorno real serían descabelladas o imposibles.

Fragmento extraído de "Literatura fantástica" de Wikipedia.

Texto 2

La fascinación por la literatura fantástica. La lección de Tolkien

No podemos explicarlo con palabras pero nuestra vivencia de la literatura fantástica es intensa y real. En ese sentido, ¿es posible descubrir por qué nos fascina la literatura fantástica?

A pesar de que sea paradójico, lo que más nos gusta de ella es su contenido de verdad. La literatura fantástica es capaz de construir una realidad consistente y más intensa que cualquier tratado científico. Desde los primeros juegos infantiles, como jugar con muñecas o a policías y ladrones, construimos mundos de ficción y les damos consistencia para que sean verosímiles.

Son aquellos juegos infantiles los que nos permiten de entender la fascinación humana por la literatura fantástica, porque es entonces cuando aprendemos los límites entre los mundos de ficción y la realidad física y lo hacemos en un ejercicio de imaginación mediante el cual construimos un entorno, un “decorado” que sostiene nuestra fantasía.

En este sentido, los mundos de ficción que después encontramos en la literatura fantástica no son superficiales ni insignificantes; al contrario, son decisivos para relacionarnos con nuestro entorno, dar sentido al mundo y hacer frente a todo aquello que no entendemos o incluso nos da miedo.

Por lo tanto, no solo nos gusta zambullirnos y vivir en los mundos que construye la literatura fantástica sino que lo necesitamos. Ahora bien, para que la inmersión sea completa y nos haga perder el sentido de la realidad durante un tiempo, estos tienen que ser mundos coherentes. Por interesantes que sean, si no aceptamos mundos como los de Kafka o aquellos donde viven las figuras imposibles de los cuadros de M.C. Escher no es porque sean imposibles, sino porque son contradictorios.

De hecho, el propio Tolkien estaba muy interesado en la cuestión cuando El Señor de los Anillos todavía no se había publicado. Y en la conferencia que hemos mencionado, haciendo referencia a El príncipe rana de los Hermanos Grimm, Tolkien afirma: “Si los hombres no fueran capaces de distinguir ranas y hombres, los cuentos de hadas sobre príncipes ranas no habrían existido”.

Es decir, son mundos coherentes que juegan con nuestra lógica y conocimiento previo de la realidad. Por eso los cuentos, la literatura fantástica o la ciencia ficción nos impacta y fascina.

Y Tolkien supo darle forma literaria. El universo fantástico de El Señor de los Anillos es tan consistente como cualquier mitología hasta el punto que no solo nos conmueve, sino que se ha convertido en objeto de investigación universitaria al más alto nivel.

En eso radica la fascinación que ha despertado y sigue despertando en generaciones de lectores en todo el mundo.

Fragmento extraído de "¿Por qué nos fascina la literatura fantástica?" de Literatura. Blog Vicens Vives 

Evaluación por pares

Binaria código hombre
Pixabay / Geralt. Binaria código hombre (Pixabay License)

Evaluaremos los comentarios de texto redactados por nuestro compañero o compañera y presentaremos finalmente al resto de la clase el que obtenga la mayor valoración, tras las modificaciones que consideremos oportunas.

Para llevar a cabo esta tarea, vamos a emplear como instrumento de evaluación una rúbrica que encontraréis en el apartado "Mostrar retroalimentación".

Los comentarios de texto mejor valorados por el alumnado pueden ser recogidos en un entorno informacional, que aúne el trabajo de nuestro alumnado a lo largo de este curso. Este material no solo servirá para el alumnado durante el curso, sino que puede ser un referente para futuros alumnos y alumnas de la materia.

Para crear el entorno informacional, la herramienta padlet.com puede ser de utilidad, ya que posibilita la creación de murales virtuales colaborativos, además de la posibilidad de dejar comentarios de otros compañeros y compañeras.