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Clasificación, tema, resumen y estructura

Libro aumentado
Flickr / Juan Pablo Lauriente. Words (palabras) (CC BY-SA)

¿Qué es comentar un texto? Desde la lingüística, se trata de analizarlo desde diferentes enfoques, para describirlo, diseccionarlo y ponerlo en contexto. Cuando los entomólogos encuentran un insecto nuevo, se aplican a explicar cómo está constituido, a qué familia pertenece, cuáles son sus partes internas y externas, qué función cumplen, y cómo se comporta el bicho con su entorno. Exactamente eso mismo es lo que hacemos con el comentario de un texto escrito. No se trata de decir qué te parece o si te gusta, sino qué es, cómo está hecho y para qué sirve. Para ello, se ha desarrollado una estructura de comentario habitual que te presentamos en este recurso. Sus partes, que generalmente se presentan por escrito en un solo texto completo, son las siguientes:

  • Localización o encuadre del texto 
  • Clasificación o tipo de texto
  • Tema
  • Resumen
  • Estructura
  • Análisis de los rasgos lingüísticos y estilísticos

Vamos a ver en qué consiste cada una de ellas en relación a los textos narrativos y descriptivos. Dejaremos el análisis de los rasgos para el siguiente apartado, pues es la parte más compleja y requiere mayor explicación.

Localización o encuadre

Lo primero que vamos a hacer en el comentario es situarlo en el mundo según quién y dónde lo ha publicado. Al menos, tendremos que nombrar los siguientes datos: autoría, fecha o época y dónde aparece. Por ejemplo, si estamos ante un relato literario, un cuento, diremos algo así como: El cuento que vamos a comentar fue publicado por Bernardo Atxaga en 1993 dentro de su libro Obabakoak.Pero también podemos comentar textos que constituyen fragmentos de obras, lo que también mencionaremos; por ejemplo: El texto constituye un fragmento de la novela Nada, de Carmen Laforet, publicado en 1944. En el caso de textos periodísticos, los situaremos en el medio en el que hayan aparecido: Vamos a comentar una noticia publicada por Carlos E. Cué en el periódico El País el 26 de febrero de 2016.

Clasificación o tipo de texto

A continuación, tendremos que clasificar el texto, saber de qué tipo es. En primer lugar, atenderemos al ámbito de uso en el que se sitúa. Un cuento, leyenda o fábula constituyen una narración de tipo literario, mientras que la noticia, el reportaje o la crónica pertenecen al ámbito periodístico. Otros ámbitos textuales son el humanístico, el jurídico o el científico-técnico.

En segundo lugar, clasificaremos el texto según su intención comunicativa. Como hemos estudiado, un texto que tiene como fin principal contar una historia (real o ficticia) es narrativo, mientras que el que pretende detallar cómo es algo o alguien es descriptivo. Otras finalidades que puede tener el texto son la expositiva (explicar algo; sirva como ejemplo este mismo recurso educativo) o la argumentativa (convencer al receptor de algo aduciendo razones). Para determinar la intención comunicativa de un texto, hay que leerlo y comprenderlo bien, y es importante deducirlo, pues responde a la pregunta ¿qué pretende el texto? y, de ahí, derivará gran parte de nuestro análisis en el comentario. Es habitual que un texto tenga una finalidad predominante (por ejemplo, contar algo), pero que, para ello, se valga de otras modalidades que aparecen dentro del texto: podemos decir entonces que estamos, pongamos, ante un texto narrativo que contiene la descripción o la exposición como tipos insertos.

Tema

Determinar el tema de un texto requiere haberlo comprendido en su totalidad, pues consiste en expresar en una sola frase su significado. Es decir, es una síntesis de su idea principal, de la que derivarán las ideas secundarias que aparecen en él. Si el texto tiene título, este puede darnos una pista, pero es importante no confundir una cosa con la otra, pues muchas veces el título sirve para llamar la atención del lector, pero no da cuenta de lo que desea transmitir. El tema no es tampoco un resumen del texto, sino de su idea principal.

En el comentario, expresaremos el tema en una sola oración que, a poder ser, incluya un sustantivo que esté en relación con la intención comunicativa del texto (que ya hemos determinado más arriba). Por ejemplo: El texto constituye un relato metafórico sobre la inevitabilidad de la muerte, o El fragmento es una descripción del bosque de Irati.

Resumen

En un sólo párrafo aparte, resumiremos el texto en tercera persona, sin parafrasearlo (es decir, no copiaremos frases del propio texto o muy similares), en un registro formal y sintetizando las ideas que aparecen en él, para dejar de lado lo anecdótico o complementario. En nuestro resumen, seguiremos el mismo orden en el que se desarrolla el texto, desde el principio hasta el final. Por ejemplo:

Caperucita roja es una niña a la que su madre envía a llevar una cesta con víveres a su abuela. Aunque le advierte de que vaya por el camino y no hable con desconocidos, la pequeña se interna en el bosque y se ve interpelada por un lobo, que la engaña para que ella tome el camino más largo hasta la casa de su abuela. Mientras, él toma el camino más corto y engulle a la anciana. Cuando Caperucita llega a la casa, el lobo se hace pasar por la abuela y se come también a la niña. Un leñador que pasa por el camino escucha los ruidos y llega a tiempo para abrir la tripa del animal y salvar a las dos mujeres.

Estructura

Vamos a ver ahora cómo está estructurado el texto y cómo sus partes se relacionan entre sí. Distinguiremos primero la estructura externa, que no es más que cómo se organiza el texto a simple vista. Por ejemplo: La noticia consta de un título, una entradilla y tres párrafos. A continuación, trataremos la estructura interna: esta tiene que ver con la coherencia y cohesión del texto; lo que queremos saber es cómo va avanzando su significado. En una narración, lo más habitual es encontrar un planteamiento, un nudo y un desenlace, y tendremos que determinar dónde empieza y termina cada parte y a qué atiende cada una:

En cuanto a su estructura interna, encontramos en primer lugar el planteamiento, desde el inicio hasta que Caperucita se adentra en el bosque. A continuación, el nudo de la historia se desarrolla en los siguientes cuatro párrafos, desde el encuentro con el lobo hasta que este se come a la niña. Por último, el desenlace se produce con la intervención del leñador, que nos lleva a un final feliz.

En un texto descriptivo también encontraremos generalmente introducción, desarrollo y conclusión, y tendremos que determinar, además, el orden que siguen sus partes: si va de lo general a lo particular o a la inversa, o si sigue otro tipo de ordenación. Lo que digamos en este sentido lo apoyaremos igualmente con referencias al propio texto. Puede, además, que la descripción tenga un fin valorativo, una intención argumentativa (por ejemplo, convencernos de que el bosque de Irati es precioso); observaremos entonces si esta idea aparece al principio para luego ser desarrollada (estaremos entonces ante una estructura deductiva), si aparece al final como conclusión de todo lo expuesto (estructura inductiva), o bien aparece al principio y al final (estructura encuadrada).

Si estamos comentando una noticia, hablaremos en este apartado de en qué orden se presenta la información y si sigue la estructura de triángulo invertido, dando respuesta a las seis w del periodismo. Podemos hablar también de qué función cumple cada parte; por ejemplo:

El primer párrafo presenta los hechos, para pasar en el segundo y tercero a dar voz a los expertos en el tema; en el cuarto párrafo se aportan más detalles sobre lo sucedido y el último funciona a modo de cierre, pues se plantean en él posibles acciones futuras que se vayan a tomar al respecto.

Es importante no confundir el comentario de la estructura con el resumen: mientras que el resumen sintetiza el propio texto, en la estructura hablamos de qué hace cada parte en él y cómo avanza su significado.