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El diálogo oral

El diálogo oral

Iconos de conversación en cartón
Flickr / Marc Wathieu. Graphic conversation (CC BY-NC)

Un diálogo es un intercambio verbal de comunicación entre dos o más personas. Es decir, dialogar es hablar entre nosotros. Trataremos aquí de los diferentes tipos de diálogo y sus rasgos característicos. 

Para que exista diálogo, tiene que darse la interacción entre los dos o más interlocutores, de forma que se van intercambiando los papeles de emisor y receptor del texto, en lo que llamamos intervenciones. Si solo habla una persona, estaremos ante un monólogo. En su forma oral, el diálogo va acompañado de elementos no verbales, como los gestos de la cara, el movimiento de las manos o el tono de voz, que forman parte del mensaje. Los diálogos orales pueden ser espontáneos o planificados.

Diálogo oral espontáneo: la conversación

El diálogo oral espontáneo se da principalmente en la conversación, regida por unas normas de cortesía que contribuyen a que los interlocutores se entiendan y se produzca la cooperación necesaria para que el texto compartido fluya. Esta cooperación se basa en cuatro reglas, llamadas máximas de Grice:

  • Máxima de calidad - consiste en que el emisor atienda a la verdad, o a lo que cree que es verdad.
  • Máxima de cantidad - el emisor dará la cantidad necesaria de información según quién sea su receptor, ni más ni menos. Por ejemplo, si dos personas han planificado ir al cine, una puede decirle a la otra —Me ha dicho Lola que al final no viene hoy. Sin embargo, si esa misma persona después se lo cuenta a alguien que no sabía del evento, le dirá —Lola me dijo que no iría al cine con nosotras; esto es, aplicará la máxima de cantidad introduciendo la información necesaria para que su interlocutor comprenda el mensaje.
  • Máxima de relevancia - el emisor dará la información que crea que es de interés. Si alguien dice —Esta mañana me he levantado a las ocho será porque es un hecho raro o diferente a otros días, o porque a continuación explicará algo derivado de ese hecho; es decir, porque es relevante.
  • Máxima de modo - el interlocutor será claro, evitará las ambigüedades y ordenará su discurso de manera que se comprenda mejor.

Cuando estas máximas no se cumplen, se generan malentendidos o fallos en la comunicación. Pero, a veces, los hablantes transgredimos las máximas para aplicar sarcasmo o ironía a nuestro mensaje. Por ejemplo, si un día de muchísimo calor alguien dice —Qué frío, ¿eh? He visto una familia de pingüinos paseando por la calle, estará faltando a la verdad, pero su interlocutor comprenderá el mensaje porque deducirá que está siendo irónico.

Por otro lado, las normas de cortesía permiten que el diálogo fluya. Estas varían mucho según el grado de familiaridad entre los hablantes, el contexto o la cultura en la que se dé la conversación. No hablamos igual con nuestra familia que con un desconocido, ni en un partido de fútbol que en la ópera: lo que en unos casos se considera dentro de las normas sociales, en otros será interpretado como descortesía. En España, por ejemplo, en ciertos contextos es signo de interés en una conversación el interrumpir al hablante con comentarios como ajá, comprendo, sí, sí o incluso para contar algo relacionado con lo que está diciendo; cuando hablamos en grupo, nos interrumpimos unos a otros constantemente, lo que indica que la conversación está animada. En los países del norte de Europa, sin embargo, se considera de mala educación no esperar callado hasta que el emisor termine de hablar, lo que en España puede entenderse como falta de interés. 

Diálogos orales planificados

Los diálogos orales planificados u organizados atienden también a los principios de cooperación y cortesía, y los principales tipos son los siguientes:

  • Debate - es un diálogo entre dos o más personas que tienen diferentes opiniones en torno a un mismo asunto y en el que los interlocutores argumentan para tratar convencer a los demás, o al público, de su punto de vista. Generalmente hay un/a moderador/a que otorga los turnos de palabra y regula las intervenciones. El debate sirve para tomar una decisión colectiva posterior, por consenso o votación.
  • Tertulia - es un diálogo entre un grupo de personas en torno a uno o varios temas relacionados. Suele ser más distendida y espontánea que el debate, pues tiene como fin en sí misma dialogar, no llegar a acuerdos. Tanto los turnos de palabra como los temas son menos rígidos. Es práctica común la tertulia cultural, donde se comenta un libro o una película para profundizar de forma compartida en su análisis. Durante el siglo XIX y principios del XX, era una costumbre cotidiana la tertulia en los cafés, donde intelectuales (principalmente hombres) comentaban la actualidad cultural y política y compartían sus escritos.
  • Mesa redonda o coloquio - es un evento donde un grupo reducido de personas expertas conversan alrededor de un tema de interés para el público asistente, generalmente con un moderador o moderadora que impulsa el diálogo mediante preguntas. Al final, el público puede intervenir para plantear sus propias preguntas a los asistentes.
  • Entrevista - es una conversación entre dos personas o más personas, diferenciadas entre entrevistados y entrevistadores. El tema general es la vida, obra u opiniones de las personas entrevistadas. Cuando el entrevistador participa también de modo activo en el diálogo introduciendo sus propias opiniones, de forma que los papeles se diluyen, se le denomina también conversación.
Mesa redonda de estudiantes
Pixnio / Hagerty Ryan. Estudiantes en una mesa redonda (Dominio público)

El diálogo es una práctica democrática fundamental. Cuando escuchamos activamente las afirmaciones, dudas y opiniones de otras personas que pueden no coincidir con las nuestras, cooperamos e interactuamos según las normas de cortesía, el texto compartido se enriquece y estamos también abriendo nuestra mente a otros marcos de pensamiento y empatizando con lo diferente. Está comprobado, además, que la práctica del diálogo, entendido en su sentido más amplio, nos hace aprender mejor y ser capaces de cooperar y colaborar con otras personas de forma profunda. Pero para que ese enriquecimiento se produzca, es necesario tener disposición, interés y practicar la escucha tratando de evitar los prejuicios, así como ser capaces de matizar o transformar nuestras opiniones gracias a las aportaciones de los demás.

Término del lingüista Paul Grice, que describió cómo los hablantes y oyentes colaboran para comprenderse mutuamente a través del diálogo.

Diez minutos... de diálogo

Os presentamos un cortometraje de 2012, Diez minutos, de Alberto Ruiz Rojo. Después de que lo veáis os proponemos algunas actividades a partir de él:

Alberto Ruiz Rojo. Diez minutos (Licencia de YouTube estándar)

1. Por equipos, trabajad sobre las siguientes cuestiones. Os recomendamos que para esta primera tanda utilicéis la técnica cooperativa 1, 2, 4:

  • Explicad cómo se expresan Enrique y Nuria y cómo su estado de ánimo va cambiando, en cada caso, a lo largo del corto. Podéis ayudaros de los siguientes adjetivos: 

Desesperado Sentimental Frío/a Profesional Cómplice Saturado/a Impasible
Agresivo/a Formal Irónico/a Airado/a Desagradable Aburrido/a Amable
  • Y, ¿qué nivel de lengua y registro usan? ¿Se pueden ligar algunos de los adjetivos anteriores a un determinado registro? Poned algunos ejemplos.

  • Los siguientes enunciados están en registro formal. Transformadlos a un registro coloquial (ojo, algunos de ellos cambiarán mucho, lo que tenéis que mantener es el mensaje, no la forma). ¿Qué elementos lingüísticos se ven más afectados por el cambio? Tenéis resuelto el primer enunciado como ejemplo.

    • En ese caso, indicarle que yo no puedo darle esa información. → Perdona, no te lo puedo decir. Desaparece el léxico formal como "indicar" e "información", se acorta el enunciado y se cambia el tratamiento, de "usted" a "tú".

    • Le estoy indicando que no puedo facilitar ese número.

    • Indicarle que no nos está autorizado a transferir llamadas.

    • Al superar el tiempo máximo, la llamada se interrumpe.

    • Sentimos comunicarle que el tiempo máximo de llamada a nuestro servicio ha sido superado. Gracias por confiar en Airfone.

  • ¿Por qué durante toda la primera parte del corto los dos personajes no logran comunicarse bien? Tratad de explicarlo incluyendo referencias a las máximas de Grice.
  • ¿Qué hace que finalmente se produzca la comunicación y la conexión entre ellos? Explicad las estrategias que utiliza Enrique para convencer a Nuria. ¿Creéis que el desenlace tiene que ver con la escucha en el diálogo?

2. Ahora, debatid en vuestro equipo sobre las siguientes afirmaciones del director del corto, Alberto Ruiz Rojo. ¿Creéis que consigue transmitir lo que pretendía?

Primero, leed de forma individual el texto y tomad nota de vuestras impresiones. A continuación, dialogad en común sobre ello durante unos minutos. Tratad de que el debate sea rico y no se quede en la superficie, seguro que cada cual tenéis ideas que aportar. Por último, intentad resumir lo hablado y llegar a algunas conclusiones sobre lo que habéis hablado, y anotadlas.

«Diez minutos es una crítica al tipo de sociedad hacia donde nos dirigimos. Un mundo donde se supone prima la comunicación y el entendimiento y que, sin embargo, levanta continuas barreras invisibles de incomunicación que nos impiden el contacto directo con las personas.

En la historia que presentamos, nuestro protagonista lucha desesperadamente por hacer valer el sentido común, la flexibilidad, el entendimiento, la humanidad... Pero la frialdad y rigidez de normas absurdas se antepone al más mínimo brote de comprensión.

La historia del mundo de la atención telefónica, donde habitualmente tenemos que hablar con ordenadores o, lo que es aún mucho peor, personas que han sido enseñadas a hablar, razonar y comportarse como ordenadores, no es más que una muestra de las dos caras de este progreso.

A la vez que la vida se nos hace más cómoda y accesible, gracias al teléfono, Internet, etc., también perdemos el contacto directo con las personas. ¿Quién no echa de menos, de vez en cuando, a ese viejo tendero que nos escuchaba, que entendía de lo que hablaba, que estaba dispuesto a ser flexible?».

Fuente de la cita

  • Después de este pequeño coloquio, contestad individualmente a las siguientes cuestiones. Después, compartidlas en el equipo:
    • ¿Se han escuchado todas las voces de los miembros del equipo?
    • ¿Has escuchado tú activamente a los demás? ¿Sabrías decir qué ha aportado cada persona?
    • ¿Te has sentido escuchado/a?
    • Al oír al resto, ¿te han sugerido algo nuevo o ha cambiado tu opinión?
    • A partir de la reflexión de las preguntas anteriores, ¿cómo crees que podríais haber dialogado mejor?