El Antiguo Régimen
Para comenzar, diremos que el término Antiguo Régimen lo acuñaron los revolucionarios franceses durante la Asamblea Constituyente en 1790. Se define como el conjunto de rasgos políticos, sociales y económicos que caracterizan a los siglos X al XVIII en Europa durante la Edad Moderna. Aunque se trata de un periodo extenso y con grandes momentos de florecimiento cultural, durante el siglo XVII Europa vivió un periodo de profunda crisis. Esta situación, así como el propio Antiguo Régimen, tocó a su fin en el XVIII y XIX a través de las revoluciones liberales y la industrialización.
Las principales características sobre las que se asienta este sistema son las siguientes:
- Una demografía antigua caracterizada por un escaso crecimiento vegetativo en el que las altas tasas de natalidad se contrarrestan a través de los altos índices de mortalidad.
- Monarquía absolutista fundamentada en la idea de derecho divino; es decir, se considera que el poder real emana de Dios.
- Una estructura social de carácter estamental donde la pertenencia a esos grupos dependía del nacimiento y apenas existía movilidad de uno a otro.
- Una economía agraria de escaso rendimiento e irregularidad de cosechas. Esto provocaba hambrunas y el desarrollo de algunas enfermedades epidémicas.