El Arte Rupestre, nuestro patrimonio.
Con la llegada del Homo sapiens al continente europeo, comenzó una etapa clave para las primeras manifestaciones artísticas de la Humanidad: el arte rupestre. Es un importante bien cultural, ya no solo por su permanencia y conservación a través de los miles de años, sino porque nos indica parte de la evolución cultural y social del ser humano.
En nuestro país, contamos con diferentes referentes culturales inscritos en la lista del Patrimonio Mundial como por ejemplo, las cuevas prehistóricas en Cantabria, lugar que se destaca por su excelente conservación, repertorio en símbolos o dibujos, empleo de diferentes técnicas y su antigüedad. Estas cuevas descubiertas hasta día de hoy son nueve, de las cuales las más destacables son la de El Castillo, Covalanas y Altmira llamada "la Capilla Sixtina del arte rupestre".
Pero Altamira y las demás cuevas no son el único referente o fuente de la época prehistórica.
Atapuerca, la cuna de los primeros homos en Europa.
Atapuerca se encuentra a 15 km de la ciudad de Burgos, el principal hallazgo de esta excavación surgió en 1992 con el yacimiento de La Sima de los Huesos, donde se encontraron huesos pertenecientes al homo antecessor, hace más de 900.000 años. Desde entonces, Atapuerca es uno de los lugares con más actividad arqueológica en nuestro país. Sus arqueólogos fundadores son: Juan Luis Arsuaga, Eudald Carbonell y José María Bermúdez de Castro, fundadores de la Fundación Atapuerca. Actualmente tiene seis proyectos activos de investigación.
Otros yacimientos o enclaves importantes de arte prehistórico son: Las cuevas de Tito Bustillo en Asturias, la Roca de los Moros en Lérida, El Prado de Navazo en Teruel, Cueva de Peña Escrita en Ciudad Real, Cueva de la Pileta en Málaga, Cueva de los Caballos en Castellón, Navete de Tutons en Menorca y Cueva Pintada en Gran Canaria.