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El lenguaje literario

Palabras con arte

¿Cuántas palabras podemos decir al día? ¿Las utilizamos siempre con el mismo significado? Por un lado, es evidente que todos los días usamos miles de palabras para expresar nuestros pensamientos y también es cierto que en muchas ocasiones usamos las palabras con un sentido diferente al que tienen en en el diccionario. Por ejemplo, si estamos hablando de lo mucho que corre alguien de clase es probable que no digamos solamente «corre mucho» sino que usemos una comparación como  «corre como el viento» o «corre que se las pela» para darle expresividad a nuestra frase. 

Palabras
CC Search / Ultralab. Travesía por los estados de la palabra (CC BY-SA)

Igual que pasa con el lenguaje cotidiano, el lenguaje literario usa las palabras de una forma peculiar para darle expresividad a lo que se está diciendo y, sobre todo, para sorprender y captar la atención del destinatario. Las personas que se dedican a escribir textos literarios (novelistas, dramaturgos, poetas) hacen un uso personal de la lengua teniendo en cuenta las sensaciones que provocan sus palabras para poder crear textos artísticos. Para los escritores no solo es importante lo que se dice sino también cómo se dice. Se centran en qué palabras, sugerencias, estructura, pausas y ritmo dan fuerza al mensaje.

El lenguaje literario no puede sonar igual que las instrucciones de una lavadora. En este caso, es necesario que el lenguaje sea objetivo y claro porque tiene el propósito de informar al destinatario sobre el funcionamiento de una lavadora. Sin embargo, el lenguaje literario juega con los significados de las palabras. Se dice que es un lenguaje figurado porque no puede interpretarse de forma literal sino que va más allá del propio significado de la palabra. Pongamos un ejemplo de la vida cotidiana para entenderlo mejor: al decir «me puso verde» lo que queremos decir es que alguien me estaba criticando o insultando no que me estaba pintando de color verde. Este significado que le damos es un significado connotado, es decir, que se usa con una intención expresiva. 

Como hemos visto, el lenguaje literario se usa también cotidianamente pero es muy frecuente encontrarlo en los textos literarios por lo que en el apartado siguiente veremos qué tipo de recursos podemos encontrar en los textos literarios. No obstante, para familiarizarnos con la función poética del lenguaje, vamos a hacer unos ejercicios basados en las sensaciones que nos provocan las palabras. 

Mi palabra favorita

¿Has pensado alguna vez cuál es tu palabra favorita? Seguramente resulte difícil pensar en una sola palabra pero en este ejercicio tienes que elegir una palabra: piensa en alguna que te guste por cómo suena, por lo que significa o porque te trae buenos recuerdos. Sin poner nuestro nombre, vamos a escribir nuestra palabra favorita en un papel y, por la otra cara, escribiremos por qué es nuestra palabra favorita. El profesor cogerá todas las palabras y las repartirá de forma aleatoria. Tendréis que adivinar de quién es la palabra favorita que os ha tocado. 

Montón de letras de colores
Freepik / JC Studio. Letras de colores (Foto de Fondo creado por jcstudio - www.freepik.es)

Las palabras que soy

En primer lugar, vamos a leer un texto de Luis García Montero sobre las palabras: 

Cuando queremos dejar claro un sentimiento, cuando pretendemos afirmar una verdad, cuando necesitamos que alguien nos crea, decimos, con el corazón en la mano: palabra de honor. [...] Las palabras son un símbolo de nuestra vida. A través de ellas podemos escribir sobre la intimidad, los sentimientos más profundos, y las características que nos definen como personas. Las palabras son los pies de nuestro yo, conocen todos nuestros secretos, se acuestan en nuestra cama, se sientan en nuestra silla, gritan en nuestros sueños, comen en nuestro plato. Pero es curioso que estas palabras, tan cercanas, tan amigas, tan íntimas, no sean solo nuestras, ni hayan crecido en nosotros, como nuestro cuerpo, nuestro pelo o nuestras uñas. Las palabras pertenecen a toda una sociedad.

Luis García Montero. Lecciones de poesía para niños inquietos. Comares. 

A continuación, vamos a dibujar la silueta de una persona en nuestro cuaderno (también puedes usar esta plantilla).

Silueta de una persona con un globo de cómic para completar.
Isabel Cortijo Delgado. Palabra de honor (CC BY-NC-SA)


Siguiendo las palabras de Luis García Montero, vamos a poner en el globo las palabras que nosotros solemos decir cuando necesitamos que alguien nos crea. Después, como sabemos que las palabras nos provocan emociones, vamos a señalar en qué parte de nuestro cuerpo experimentamos las siguientes emociones:

  • amor
  • dolor
  • amistad
  • rabia
  • envidia
  • complicidad
  • incomprensión
  • alegría
  • vergüenza
  • gratitud

Compara tu dibujo con un compañero. ¿Son iguales? ¿Se te ocurren otras emociones para poner en el dibujo? 

Ahora responde a estas preguntas

  • Con «los pies de nuestro yo», el poeta se refiere a nuestras palabras básicas. ¿Cuáles son las tuyas?
  • ¿Con qué palabra te gusta ir a dormir?
  • ¿Qué palabra te gustaría tener sentada al lado?
  • ¿Cuál es tu comida favorita y te gustaría tener frecuentemente en tu plato?

Si yo fuera un poema

Vamos a seguir jugando con las palabras que nos representan. Ahora nos toca hacer un juego con los sentidos. Completa la siguiente ficha siendo lo más detallista posible, por ejemplo, en el color en lugar de poner solamente verde especifica con una comparación: verde como los campos en primavera.

Hay seis círculos para completar: si fuera un color, sabor, olor, textura, lugar y sonido.
Isabel Cortijo Delgado. Introducción al lenguaje literario (CC BY-NC-SA)

A continuación, completa las siguientes oraciones con las palabras que has puesto en la ficha para crear tu primer poema con sinestesia. ¿Quién se atreve a leerlo en voz alta?

Tu nombre me sabe a (OLOR). 

Antes de entrar, llega tu olor a (SABOR) y la casa se llena de ti.

Tu silencio es (COLOR), 

tus palabras, (SONIDO)

que me acarician como (TEXTURA)

en (LUGAR). 

La sinestesia es un recurso literario que une dos sensaciones de sentidos diferentes.