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Prosa poética

La mezcla

Después de ver las características del verso y de la prosa, la prosa poética es fácil de entender porque podemos definirla como la mezcla de los dos tipos de textos literarios anteriores: es un texto escrito en prosa pero que tiene el ritmo y la musicalidad típicos del verso. Se parece al verso porque tiene lirismo pero no tiene métrica ni rima como la hemos visto. Por otro lado, se parece a la prosa en su aspecto pero la finalidad es artística como en el verso. Por eso, se le conoce tanto como prosa poética como poema en prosa

Un alambre se cruza con otro.
Pixabay / Marisa Sias. Unión (Pixabay License)

El poeta que hizo famosa esta forma de escribir fue el francés Baudelaire que expresaba sus inquietudes a la hora de escribir de la siguiente manera: 

¿Quién de nosotros no ha soñado algún ambicioso día con una milagrosa prosa poética, musical, sin ritmo ni rima, lo bastante flexible y cadenciosa como para adaptarse a los impulsos líricos del alma, a las ondulaciones de las ensoñaciones, a los sobresaltos de la conciencia?

En España, el escritor que siempre se asocia a la prosa poética es Juan Ramón Jiménez que, en su libro Platero y yo, llena de lirismo su cotidianidad con el burro Platero como podemos ver en este fragmento: 

Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro.
Lo dejo suelto y se va al prado, y acaricia tibiamente con su hocico, rozándolas apenas, las florecillas rosas, celestes y gualdas… Lo llamo dulcemente: «¿Platero?», y viene a mí con un trotecillo alegre que parece que se ríe, en no sé qué cascabeleo ideal…
Come cuanto le doy. Le gustan las naranjas mandarinas, las uvas moscateles, todas de ámbar; los higos morados, con su cristalina gotita de miel…
Es tierno y mimoso igual que un niño, que una niña…; pero fuerte y seco por dentro, como de piedra…
Cuando paso sobre él, los domingos, por las últimas callejas del pueblo, los hombres del campo, vestidos de limpio y despaciosos, se quedan mirándolo:
– ¿Tien' asero?
– Tiene acero… Tiene acero y plata de luna, al mismo tiempo.

Imita la forma de hablar. La pregunta correcta sería «¿Tiene acero?».

El regalo

Como hemos visto en la poesía, para poder dejarse llevar por las palabras hay que preparar el camino, así que vamos a recorrer poco a poco el camino hacia la prosa poética. Primero, vamos a responder estas preguntas

  • Piensa en un regalo muy valioso que te hayan hecho y que te haya hecho mucha ilusión. Anota qué fue, si era muy costoso, quién te lo regaló y cuándo te hicieron el regalo. 
  • Ahora piensa en un regalo que tenga un gran valor sentimental para ti y que no tenga mucho valor económico. Anota de nuevo qué fue, cuánto costaría, quién te hizo ese regalo tan especial y cuándo fue. 

Cuando hayas respondido estas preguntas, coméntalas con un compañero: ¿son las mismas cosas? ¿cambian mucho los regalos que habéis anotado en la primera y la segunda preguntas?

Icono de un regalo
Pixabay / Memed Nurrohmad. Te lo regalo (Pixabay License)

Después, lee este texto y justifica por qué crees que es prosa poética

El día de tu santo te hicieron regalos muy valiosos: un perfume extranjero, una sortija, un lapicero de oro, unos patines, unos tenis Nike y una bicicleta.

Yo solamente te pude traer, en una caja antigua de color rapé, un montón de semillas de naranjo, de pino, de cedro, de araucaria... [...].

Esas semillas son pacientes y esperan su lugar y su tiempo.

Yo no tenía dinero para comprarte algo lujoso.

Yo simplemente quise regalarte un bosque.

Jairo Aníbal Niño. «El día de tu santo» en La alegría de querer: poemas de amor para niños. Panamericana.