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Texto literario

El arte de las palabras

La literatura, como la música o la pintura, es un arte. En este caso, se trata de hacer arte con las palabras. En los textos literarios esas palabras se usan de una forma especial para darle un valor estético a lo que se quiere transmitir, es decir, que se usan las palabras con intención artística. Se suele decir que la literatura pretende crear belleza pero, más que belleza, la intención de los escritores es conmover al que lo lee, despertar su atención y sorprenderlo a través de las palabras. Esta original manera de usar las palabras cumple con la función poética del lenguaje pues le da importancia a la forma en la que está expresado el mensaje. Sin embargo, la función poética no solo se da en la poesía: cada vez que en la vida cotidiana decimos frases dándole importancia a las palabras que decimos, estamos centrándonos en la función poética del lenguaje, por ejemplo, cuando alguien dice «se me rompe el corazón», «esto es un rollo» o «estoy hecha polvo». Como podemos comprobar, nuestra forma de expresarnos en el día a día no es literatura pero sí se usa la función poética. 

Dibujo de una chica que abre un libro y se ilumina la zona.
Pixabay / Cdd20. Reading (Pixabay License)

Ya hemos visto que un texto es una forma de comunicación cuyo emisor y receptor no comparten necesariamente las coordenadas del espacio-tiempo. El autor del texto literario tiene la intención de emocionar al lector a través de las palabras. Para ello, el mensaje que transmite emplea un código específico denominado lenguaje literario que será la marca personal del estilo cuidado del autor. A través de expresiones con gran valor estético, el escritor hace reflexionar al lector. ¿De qué temas trata la literatura? Del amor, de la muerte, del sentido de la vida, de la tristeza, la amistad... Cualquier tema se puede tratar en un texto literario.

En general, en las obras literarias se crean mundos de ficción: a unos personajes ficticios les suceden cosas inventadas en un mundo imaginario. Por supuesto, el género literario que esté usando el escritor condicionará el contenido y la intención del texto literario. El conjunto de obras literarias se clasifica en tres géneros: épico o narrativo, dramático o teatral y poético o lírico. A continuación veremos las características que los definen para poder comprender mejor los textos literarios. 

Narrativa

En las narraciones literarias, un narrador cuenta los hechos que le suceden a unos personajes en un tiempo y lugar. Se parte de un planteamiento en el que se presenta al personaje y el problema que tenga; después, la historia se desencadena por una serie de acontecimientos que forman el nudo y, finalmente, se llega al desenlace. Esta estructura no siempre se sigue porque hay muchas narraciones que dan saltos en el tiempo o que comienzan con el desenlace.  

En este tipo de textos no solo hay narración: también se incluyen diálogos entre los personajes y descripciones, tanto de los personajes como de los lugares, para que nuestra imaginación se ponga a trabajar y seamos capaces de «verlo» con los ojos de la fantasía. 

El mito, la leyenda, la fábula, la novela, el diario personal o el cuento son textos narrativos. Aunque casi siempre están escritos en prosa, podemos encontrar textos narrativos escritos en verso como la épica, el cantar de gesta, con los relatos de las hazañas de los héroes, o el romance, que puede tratar de temas históricos o amorosos. Los subgéneros narrativos en verso solían cantarse y se transmitían de forma oral. 

Estamos hechos con las historias que nos han contado. 

Dibujo de dos señoras de época comunicándose con un teléfono de lata.
Wikimedia Commons. Cuéntame (Dominio público)

Teatro

Las obras de teatro son un tipo especial de texto literario porque se escribe pensando en su representación ante el público. Los actores reviven una historia como si estuviera pasando en el momento de la representación por lo que tanto las palabras como los gestos tienen gran importancia. No hay narrador: los propios personajes, con sus diálogos, monólogos y apartes, nos van contando la historia.

Además de las palabras, el teatro emplea recursos técnicos (luces, sonido, decorado, maquillaje...). El texto teatral puede estar escrito en verso o en prosa y, delante de cada intervención, aparece el nombre del personaje que tiene que hablar. Además, las acotaciones nos dan la información de cómo se tiene que interpretar el papel, a quién se tiene que dirigir e incluso de los elementos que aparecen en la escena para que el director teatral los tenga en cuenta a la hora de montar la obra. 

La estructura del texto dramático se divide en actos y, a su vez, se separa en escenas, según la entrada y salida de los personajes en el escenario, y en cuadros, según los cambios de decorado.  

En el teatro se puede tratar tratar cualquier tema pero, según la trascendencia de este y cómo se resuelva, hablaremos de tragedia, si termina mal, comedia, si termina bien, o drama, si combina elementos tragicómicos. A estos subgéneros teatrales hay que añadir otros tipos de teatro como los sainetes, los entremeses, los títeres, la zarzuela o el teatro musical. 

El montaje de una obra teatral no solo consiste en repetir el texto que ha escrito el dramaturgo: desde las indicaciones del autor en el texto, la interpretación de los actores, la coordinación con los técnicos de luces y sonido, la importancia del decorado y el vestuario, las condiciones del lugar donde se representará, está todo orquestado bajo la batuta del director para que el público asista y se emocione con la obra teatral. 

La magia del teatro es que es una mentira que nos parece verdad. 

Una actriz arrodillada está llorando en el escenario.
Pixabay / Letitiam Perry. Tragedia (Pixabay License)

Lírica

La poesía y la música tienen mucho en común: transmiten sentimientos profundos, se le da importancia a la subjetividad, usan el lenguaje de forma expresiva con muchas figuras literarias, se escriben en versos organizados en estrofas y tienen ritmo y rima. Por ello, no debe extrañarnos que el género literario de la poesía reciba también el nombre de lírica porque se refería a la poesía apropiada para el canto. 

Una de las características del texto lírico es que, generalmente, está escrito en verso aunque también tenemos ejemplos de prosa poética. La división en versos con rima imprimen ritmo en el texto. Además, con tal de transmitir y despertar emociones profundas en el lector, el lenguaje literario que se usa está repleto de recursos estilísticos que el autor usa para que su mensaje tenga más efecto. 

Los temas tratados en la lírica son las grandes preocupaciones del ser humano: el amor, la vida, el paso del tiempo, la naturaleza o la muerte. La clasificación en subgéneros líricos depende del tema que se trate en el poema: 

  • Canción: poema que expresa sentimientos relacionados, comúnmente, con el amor.
  • Elegía: poema que expresa la tristeza por la pérdida de un ser querido. 
  • Oda: poema de alabanza o admiración.
  • Égloga: poema en el que unos pastores refinados hablan de sus amores en medio de la naturaleza. 
  • Sátira: poema cuya intención es la burla de personas y costumbres. 

Si no puedes vivir sin música, tampoco puedes vivir sin poesía. 

Dibujo de una bombilla iluminada con un corazón dentro sobre fondo negro estrellado.
Pixabay / Cdd20. Sentimientos (Pixabay License)

¿Qué ha pasado?

Lee los siguientes textos narrativos y responde estas preguntas para identificar los elementos de la narración de cada texto

  • Narrador: ¿quién cuenta la historia?
  • Acción: ¿qué pasa en la historia?
  • Personajes: ¿quién es el protagonista? ¿hay más personajes?
  • Lugar: ¿dónde pasa la acción?
  • Tiempo: ¿cuándo sucede?

Puro teatro

Vamos a leer este texto teatral de Javier Tomeo y responder las preguntas a continuación
IV
En el centro del escenario, sentados al pie de un árbol que ha perdido ya todas las hojas, vemos ahora a un HOMBRE y a una MUJER.
-HOMBRE: (Mirando al frente, sin volverse hacia la mujer.) Oye.
-MUJER: Qué.
-HOMBRE: Dame tu ojo izquierdo.
Pausa. La MUJER se desenrosca su ojo de cristal y se lo alarga al compañero.
-HOMBRE: (Recogiendo el ojo, que se guarda en el bolsillo cerillero de la chaqueta.) Ya sabes que te prefiero tuerta, Manuela.

Silencio. El HOMBRE y la MUJER continúan inmóviles, indiferentes al coro de risotadas que se ha levantado en el patio de butacas.

Javier Tomeo. Historias mínimas. Editorial: Anagrama.
  • ¿Cuántos personajes hay?
  • ¿Cómo distinguimos cuáles son las acotaciones?
  • Por parejas, cogeremos como modelo la estructura de este texto e inventaremos un diálogo teatral en el que un personaje le pida algo a otro. Después, lo representaremos ante la clase. Tenemos que tener en cuenta que se trata de sorprender al espectador, por lo que, cuanto más originales seamos, más risas y aplausos mereceremos de vuestros compañeros. 

Quiéreme entera

Vamos a leer el poema «Si me quieres, quiéreme entera», de Dulce María Loynaz, una poeta cubana. ¿Puedes explicar con tus propias palabras cuál es el tema del poema? Ahora, por parejas, vamos a leerlo intentando acompañarlo con gestos que expliquen el poema. 

Si me quieres, quiéreme entera,
no por zonas de luz o sombra…
si me quieres, quiéreme negra
y blanca. Y gris, y verde, y rubia,
quiéreme día,
quiéreme noche…
¡Y madrugada en la ventana abierta!

Si me quieres, no me recortes:
¡quiéreme toda… o no me quieras!

En este vídeo Rozalén, la cantante española, recita el poema que acabamos de leer. Está acompañada por Beatriz Romero, una intérprete de lengua de signos que va traduciendo el poema. Aunque nuestros gestos no formen parte de la lengua de signos, ¿identificas algunas palabras con su traducción a la lengua de signos española?

Condé Nast Think. Rozalén y Beatriz para #amamoslapoesía (Licencia de YouTube estándar)