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Aprendizaje Basado en la Indagación (ABI)

El Aprendizaje Basado en la Indagación (ABI) es una metodología activa que utiliza una adaptación del método científico para que los estudiantes construyan su propio conocimiento sobre cierto contenido. En el ABI los alumnos indagan las relaciones causales que pudieran existir entre dos o más fenómenos y para ello, formulan hipótesis sobre estas relaciones y las prueban, realizando experimentos y haciendo observaciones (Pedaste et al., 2015).

La enseñanza de las ciencias por indagación, a diferencia de la enseñanza tradicional y el modelo por descubrimiento espontáneo, es el modelo de enseñanza que integra las dos dimensiones de la ciencia, la parte conceptual con la parte procedimental:

  • La enseñanza de los conceptos. En esta dimensión las ciencias naturales son consideradas como un conjunto de hechos, de explicaciones que los científicos han venido construyendo a lo largo de estos últimos siglos. Enseñar ciencias bajo esta dimensión implica enseñar los conceptos de la ciencia. Los conceptos científicos están organizados en marcos que les dan sentido y coherencia. Las observaciones cobran significado a la luz de explicaciones que a su vez, están integradas en leyes y teorías que intentan dar cuenta de manera cada vez más generalizada de cómo funciona la naturaleza.
  • La enseñanza de los procesos. En ciencias, lo más importante no es tanto aquello que sabemos como el proceso por el que llegamos a saberlo. Tiene que ver con la manera en que los científicos generan conocimiento, y con las herramientas fundamentales que contribuyen al pensamiento científico (Furman, 2008).

El pensamiento científico es un pensamiento sistemático pero a la vez creativo, que requiere poder mirar más allá de lo evidente. Diversos autores coinciden en que, en lugar del método científico, resulta más valioso enseñar una serie de competencias relacionadas con los modos de conocer de la ciencia (Fumagalli, 1993; Harlen, 2000; Howe, 2002).

Las competencias científicas como observar, describir, comparar y clasificar, formular preguntas investigables, proponer hipótesis y predicciones, diseñar experimentos para responder a una pregunta, analizar resultados, proponer explicaciones que den cuenta de los resultados, buscar e interpretar información científica de textos y otras fuentes, argumentar, etc. no se desarrollan espontáneamente. Es preciso aprenderlas, y por lo tanto, hay que enseñarlas, destinando tiempo y estrategias específicas para ello. Por ejemplo, enseñar a observar no consiste en exponer al alumnado a un fenómeno y pedirle que lo observe. Requiere que el docente ayude al alumnado a poner el foco en ciertos aspectos del fenómeno, observando por ejemplo, similitudes y diferencias. 

    Ideas clave y referencias

    Fases del método

    El aprendizaje basado en la indagación se organiza en torno a un ciclo con cinco fases principales (Pedaste et al., 2015; Harlen, 2013, Hsu, 2015):

    1. Orientación: en esta primera fase nace la curiosidad respecto del tema a investigar, que es seleccionado por el docente o el alumnado. Se identifican las variables involucradas y se define el problema a indagar. 

    2. Conceptualización: se definen las preguntas de investigación y las hipótesis a probar.

    3. Investigación: se planea y se ejecuta el proceso de recogida y análisis de datos para dar solución a las preguntas planteadas.

    4. Conclusiones: se extraen conclusiones a partir de la información obtenida y se comparan los resultados del análisis con la hipótesis planteada en un inicio.

    5. Discusión: se presentan los resultados del proceso y éstos se comunican a otros. También se reflexiona sobre las etapas del ciclo, lo que puede llevar a la creación de nuevas preguntas de investigación.

    Referencias y ejemplos

    Creado con eXeLearning (Ventana nueva)