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PASO 5: Diseño de unidades didácticas en torno a planes de autorregulación

El diseño de una unidad didáctica desde el enfoque MITAA no tiene nada de especial. Tan solo va a exigir al docente algo más de anticipación que en el enfoque tradicional ya que en lugar de ir presentando contenidos, tareas y deberes día a día, ahora deberá hacerlo todo al comienzo de la unidad recogiendo toda esa información en un Plan de trabajo o autorregulación individualizado que entregará a cada alumno en cada área. 

La elaboración de los planes de trabajo es, sin duda, un punto clave para el éxito del proceso. Este instrumento va a vertebrar todas las actuaciones del MITAA y por lo tanto su configuración debe ser el resultado de un minucioso proceso de reflexión. De este modo, partiendo de los modelos que en su día planteó Freinet y actualizándolos para que se adapten a las circunstancias actuales, consideramos que los planes deben tener tres apartados principales para facilitar el acceso a la información recogida en ellos:

Paso 5
Cedec. Autorregulación: Paso 5 (CC BY-SA)
  • BLOQUE DE ACTIVIDADES: este apartado recoge las tareas de la unidad didáctica así como las condiciones para su realización (tiempo, lugar en el que deben realizarse, etc.). Por cuestiones de espacio en el plan no se describe cómo se realizan o en qué consisten. Simplemente se señalan cuáles hay que hacer (ya sean del libro, a partir de una ficha o de cualquier otro tipo). Por este motivo resulta interesante que los alumnos ya conozcan la estructura básica de las actividades ya que esto ahorra tiempo de explicaciones.
  • BLOQUE DE TEMPORALIZACIÓN: el plan incorpora una tabla-calendario con la temporalización de la unidad didáctica que ordena las actividades a realizar.
  • BLOQUE DE EVALUACIÓN: en el reverso del plan se incluye un apartado que recoge las escalas de valoración y los criterios de calificación de las actividades de la unidad.

Existen distintas formas de presentar la información de estos tres bloques en el plan según el nivel o curso en el que nos encontremos. Veamos algunas opciones.

Cursos inferiores (Infantil o 1º y 2º de Primaria)

En estos cursos es recomendable simplificar al máximo el instrumento para evitar que los alumnos se agobien con demasiada información. En este sentido, se obtienen muy buenos resultados al emplear un sistema de pictogramas removibles vía velcro. De este modo, lo primero que habría que hacer sería generar un cuadrante con los días que se quieren planificar (en cursos bajos puede ser un cuadrante diario, por horas, para planificar todas las áreas que se trabajen; a medida que vayan creciendo se podría pasar a cuadrantes semanales o mensuales en los que solo se planificarían las tareas correspondientes a una única asignatura. Esta última medida implicaría la necesidad de tener un cuadrante o plan para cada área). En cualquiera de los casos, una vez decidido esto, habría que colocar un velcro en cada una de las celdas destinadas a acoger una tarea ya que en ellas irán colocadas las tarjetas con pictogramas. Para la creación de estas tarjetas se imprimirán los pictogramas así como los nombres de las tareas, se plastificarán y se recortarán. Después se pegará un velcro (el opuesto) por detrás y ya estarán listos para ser utilizados. Como las tareas son recurrentes, los pictogramas generados para una unidad seguirán valiendo para las siguientes (por ejemplo, la actividad “Dictados en pareja” se realizará en todas las unidades). Aun así, sería posible generar pictogramas específicos para una unidad o bien un pictograma comodín cuyo significado podría ir variando según el momento del curso. A continuación puedes descargar algunos ejemplos de estos planes:

Cursos superiores (a partir de 3º de Primaria)

Dada la mayor capacidad de comprensión de los alumnos de estas edades resultará más sencillo recoger toda la información en una única hoja sin necesadad de recurrir a pictogramas. En este sentido se podría optar por especificar el tipo de tarea (si es del libro o de otro tipo) o incluso las condiciones en las que se deben realizar estas actividades. Esta medida contribuye a reducir la dependencia que los alumnos suelen tener hacia el profesor, ya que de este modo dispondrán de toda la información que necesitan conocer para iniciar el trabajo por su cuenta. A continuación puedes descargar plantillas con ejemplos de planes para este nivel: 

A modo de ejemplo, en lo que respecta a las actividades del libro, se podría indicar dónde realizar la tarea mediante un código de letras: la letra “H” podría indicar que la actividad se debe realizar en una hoja del cuaderno, la “O” que su realización será oral, la “L” que se puede cumplimentar directamente en el libro de texto, un símbolo especial podría representar que se realiza en el ordenador, otro que puede cumplimentarse vía online desde casa, etc. Del mismo modo, se podría aclarar mediante algún símbolo si la realización de la tarea es individual o implica trabajar en parejas o en grupos reducidos. Con alumnos de estas edades casi siempre conviene optar por cuadrantes amplios (de tipo mensual) para que los estudiantes organicen cada área por separado y así evitar interferencias entre ellas. Sin embargo también podría diseñarse un plan general compartido por varias de ellas (aunque en este caso el nivel de organización que se exigiría a los alumnos sería bastante más elevado).