La rima es un efecto sonoro que se consigue poniendo palabras con sonidos iguales o parecidos al final de cada verso. Para señalar que dos versos riman entre sí, tenemos que fijarnos en las últimas palabras de los versos y marcarlos con la misma letra manteniendo el orden alfabético. Hay que tener en cuenta que si los versos son de arte menor (hasta ocho sílabas) las letras se ponen en minúscula y si son de arte mayor (desde nueve sílabas) se ponen en mayúscula. 

Veamos, en primer lugar, qué tipo de rimas podemos encontrar con ejemplos que nos ayuden a entender cómo se refleja la rima en los poemas: 

• Rima consonante: se repiten todos los sonidos (vocales y consonantes) a partir de la vocal de la sílaba tónica. Esta rima es fácil de identificar porque suele estar en las canciones infantiles que hemos cantado. Es muy importante fijarse e identificar la sílaba tónica de las últimas palabras de los versos y marcar los sonidos a partir de la vocal. Vamos a comprobar paso a paso cómo se debe hacer en este poema de Antonio Machado: 

En el corazón tenía: 
la espina de una pasión; 
logré arrancármela un día: 
ya no siento el corazón 

En primer lugar, identificamos las palabras finales de cada verso: tenía, pasión, día, corazón. Después, marcamos la sílaba tónica: te-ní-a, pa-sión, dí-a, co-ra-zón. A continuación, tenemos que fijarnos en los sonidos que hay desde la vocal de la sílaba tónica: tenía, pasión, día, corazón. Y, por último, comprobamos qué palabras riman entre sí: -ía, -ón, -ía, -ón. Aquí vemos que los versos riman en consonante porque se repiten todos los sonidos a partir de la vocal de la sílaba tónica. El esquema métrico de este poema quedaría así. 

En el corazón tenía:  = a (en minúscula porque es arte menor)
la espina de una pasión;  = b
logré arrancármela un día:  = a (rima con el primer verso)
ya no siento el corazón.  = b

• Rima asonante: se repiten solamente los sonidos vocálicos de las últimas palabras de los versos. Al igual que sucede con la rima consonante, aquí también hay que fijarse en los sonidos que se repiten a partir de la vocal de la sílaba tónica de la última palabra de cada verso. Aunque a priori pueda parecer más complicado, basta con aplicar los mismos pasos que anteriormente, algo de práctica y agudizar un poco el oído. Vamos a comprobarlo en este poema de Pablo Neruda: 

En mi cielo al crepúsculo eres como una nube
y tu color y forma son como yo los quiero. 
Eres mía, eres mía, mujer de labios dulces
y viven en tu vida mis infinitos sueños.

Las últimas palabras de este poema son: nube, quiero, dulces y sueños. Señalamos todas las letras a partir de la vocal de la sílaba tónica: nube, quiero, dulces y sueños. Ahora tenemos que comprobar qué sonidos se repiten -ube, -ero, -ulces y -eños. Es evidente que no se repiten todos los sonidos por lo que veremos solamente las vocales: -u_e, -e_o, -u_e_ y -e_o_. Ahora sí podemos ver que hay palabras que riman entre sí de forma asonante, es decir, tan solo con los sonidos vocálicos. El esquema métrico, por lo tanto, quedaría de la siguiente manera: 

En mi cielo al crepúsculo eres como una nube  = A (en mayúscula porque es arte mayor)
y tu color y forma son como yo los quiero. = B
Eres mía, eres mía, mujer de labios dulces  = A (rima con el primer verso)
y viven en tu vida mis infinitos sueños. = B

• El verso libre: puede pasar que en un poema haya un verso que no rime con ningún otro verso ni tenga la misma medida que los demás. A estos versos se les llama versos libres y se marcan con un guion al final del verso. En la actualidad, los poetas suelen utilizar poemas escritos en verso libre que, aunque sí tienen ritmo, no cumplen con las normas métricas que hemos visto.