Arriba el telón
Al hablar del género dramático nos referimos al teatro. Probablemente, todos hayáis estado en un teatro para ver un espectáculo teatral pero tal vez no haya tanta gente que haya leído una obra de teatro. Esto es porque el género dramático tiene la particularidad de haber sido escrito y pensado para ser representado. Por eso, la palabra teatro nos sirve para las obras literarias que tienen determinadas características pero también para referirnos al espectáculo teatral y al lugar donde se hace la representación.
Cuando vamos a una representación teatral es tan importante lo que dicen los personajes como lo que hacen. Además, se crea una atmósfera gracias a los decorados, el maquillaje, el vestuario... El teatro combina códigos verbales y no verbales para que la obra que se representa en el escenario llegue a los espectadores como si fuera una historia que los personajes están viviendo en ese momento.
Es inevitable pensar en el género dramático como una moneda de dos caras: por un lado, el diálogo de los personajes que está escrito en el texto teatral; por otro lado, el espectáculo que se representa ante un público. Por ello, a continuación veremos las principales características del género para que, cuando vayamos al teatro y se suba el telón, reconozcamos el enorme trabajo en equipo que requiere montar una obra.