Estamos estudiando un género literario que hoy está bien consolidado y con su nombre definido: el ensayo. En la medida en la que estos son textos subjetivos para reflexionar y argumentar en torno a temas de interés variado, es lógico pensar que hayan existido siempre. La voluntad de convencer a los demás de la opinión propia es tan vieja como la especie humana. Sin embargo, el formato y nombre que se les ha dado a este tipo de textos ha ido variando. Podemos encontrar sus antepasados remotos en la Grecia Clásica y la semilla de lo que hoy será el ensayo moderno en el Renacimiento. A continuación haremos un recorrido por esta historia.