La literatura en el ensayo
Los ensayos no son novelas ni forman parte del género narrativo porque no se dedican a contar historias, pero son textos en prosa de carácter literario. ¿Por qué literario? Porque tienen -en mayor o menor medida, dependiendo del estilo y habilidad de su autor- figuras retóricas. ¿Y por qué las figuras retóricas son importantes en los ensayos? Por dos razones poderosas:
- En tanto que textos personales y subjetivos, los ensayos están impregnados del estilo de su autor. Es una cuestión de voluntad: al igual que cuidamos la imagen que proyectamos a través de nuestra ropa, un escritor diseña con esmero el vestido de sus textos: quiere firmarlos con su sello, decorarlos a su gusto, que su look le represente... Para un autor, el estilo de su prosa forma parte de su identidad.
- La literatura tiene más fuerza expresiva que la literalidad. Las figuras retóricas, propias del lenguaje literario y connotativo, son más expresivas y poderosas que el lenguaje riguroso y objetivo. Ya hemos visto que nuestra cabeza no funciona como un robot, no procesa información de forma racional y lógica, priorizando lo objetivo y descartando lo demás. Más bien al contrario: nuestro cerebro se deja seducir por la belleza, la ironía, el humor, la metáfora... La retórica es el arte de dominar los golpes de efecto del discurso. Por eso, cuando queremos escribir nuestra visión personal sobre un tema -sin ánimo de excesivo rigor científico pero con voluntad de estilo y ganas de seducir al otro-, nada mejor que las figuras poéticas que nos brinda el lenguaje humano para lograrlo.