La producción poética del grupo del 27 atravesó tres etapas:
Primera etapa: hasta 1927
Esta primera etapa de la generación o grupo del 27 coincide con la publicación de los primeros libros de los autores y autoras y se caracteriza por la variedad de tendencias literarias: imitación de modelos vanguardistas, sobre todo, ultraístas y creacionistas; neopopularismo y gongorismo; y, por influencia directa de Juan Ramón Jiménez, uno de los maestros del grupo, poesía pura.
Del ultraísmo y el creacionismo, como vanguardias que son, vamos a ocuparnos en el apartado correspondiente; pero, por un lado, no se puede olvidar que la poesía pura es aquella que intenta deshumanizar el arte, aquella que intenta separar el arte de los elementos humanos, sin sentimentalismos ni adornos.
Por otro lado, es significativo que sea el 16 de diciembre de 1927 cuando el grupo de poetas se reúna, en el Ateneo de Sevilla, para conmemorar el tercer centenario de la muerte del gran poeta barroco Luis de Góngora. La admiración por su obra, el profundo conocimiento que tienen de los clásicos hacen que su poesía esté marcada por los modelos tradicionales y clásicos. Intentan imitar esquemas métricos y temáticas tradicionales, pero con frescura. Es un grupo que no se opone a los anteriores, sino que aglutina la tradición y la vanguardia. De esta actitud, desarrollan su vertiente poética del neopopularismo y el gongorismo.
Segunda etapa: desde 1927 hasta la Guerra Civil
La reunión conmemorativa de diciembre del 27 que consolida como grupo a la generación marca un antes y un después en la producción poética de los autores, ya que practican un cambio en sus publicaciones.
Este giro se debe a crisis personales de algunos poetas; a la situación política de España de ese momento, con la que muchos de ellos se sienten comprometidos (no olvidemos que la II República se instaura en 1931); y, cómo no, a la admiración por el movimiento vanguardista surrealista.
Después del momento de poesía pura, que intentaba deshumanizar el arte (la poesía), ahora los poetas van a intentar rehumanizarla, gracias a la influencia de las vanguardias y de la obra de Pablo Neruda, poeta chileno.
La Guerra Civil interrumpe de forma brusca el desarrollo poético del grupo y la producción se basa en el compromiso social y político con el conflicto bélico.
Tercera etapa: después de la Guerra Civil
En 1936 es asesinado Federico García Lorca y este hecho provoca la consternación de muchos miembros del grupo: unos se exilian y otros permanecen en España durante el conflicto. Al acabar la Guerra Civil, la mayoría se ha exiliado por formado parte del bando republicano (bando perdedor) y unos cuantos permanecen en España tras la proclamación del nuevo régimen. Esta separación provoca que cada uno y cada una siga su camino literario de manera independiente. Tan solo permanecieron en España Vicente Aleixandre, Dámaso Alonso y Gerardo Diego.
La poesía de esta tercera etapa está marcada por la añoranza o la nostalgia de la España anterior a la Guerra Civil, la patria perdida, la soledad, la pérdida del hogar. Todos estos temas estarán tratados desde el dolor.